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¿Qué pasa en Guatemala con las vacunas bivalentes contra el covid-19?

La compra de vacunas contra el covid-19 está condicionada por la demanda de población.

Compra de vacunas bivalentes contra el covid-19 será conforme la demanda de la población. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Compra de vacunas bivalentes contra el covid-19 será conforme la demanda de la población. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Ante los nuevos brotes de covid-19 por la aparición de subvariantes de ómicron que son más transmisibles, los países han optado por vacunar a su población con dosis bivalentes como una respuesta para contener el virus. Pero ¿Qué pasa en Guatemala?

Al país ingresaron 172 mil 800 dosis de la vacuna Moderna bivalente contra el covid-19, que protege de la subvariante BA.1 de ómicron. Por el momento no se prevé que el Ministerio de Salud adquiera más dosis de este tipo.

De acuerdo con el Departamento de Comunicación de la cartera, la compra de más biológicos dependerá de la afluencia de los guatemaltecos a los puestos de vacunación. Partiendo de este punto, no se prevé una nueva adquisición de dosis, pues en las últimas semanas la demandada de la población por vacunas se mantiene bajas.

El lineamiento del Sistema Integral de Atención en Salud —Sias— es que la vacuna bivalente se aplique a personas mayores de 12 años, según la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).

Esta es una vacuna de refuerzo, lo que descarta su uso como primera dosis. No está indicada para personas que ya recibieron la cuarta inyección, pues no hay dirección para aplicar una quinta.

La recomendación para recibirla es que haya pasado cuatro meses como mínimo, luego de haber completado el esquema primario de dos dosis o cuatro meses después de haber recibido el refuerzo de cualquier vacuna contra covid-19 que haya sido aprobada en el país. Se prioriza a los grupos más vulnerables: población de 12 años o más con factores de riesgo (inmunosupresión y/o enfermedades crónicas), personas de 50 años en adelante y personal de salud.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) autorizó el uso de emergencia de las vacunas Pfizer, Moderna, AztraZeneca, Janssen/J&J, Cansino Sinopharm, Sinovac y Novavax. La Sputnik V aún no cuenta con el respaldo de este ente internacional, sin embargo, Guatemala aprobó su uso.

¿Qué se sabe de la vacuna bivalente?

Entre el 19 y 24 de diciembre del 2022 ingresaron a Guatemala 302 mil 400 vacunas Pfizer para personas mayores de 12 años. Además de 115 mil 200 de Moderna monovalente indicada para población mayor de 6 años, y 172 mil 800 dosis de Moderna bivalente, contra el virus original de la variante ómicron/ subvariante BA.1.

La vacuna bivalente es una adaptación del biológico para tener una mejor respuesta a las variantes del covid-19 que han surgido. Estas tienen dos moléculas de ARN, una de la cepa original del virus y la otra que produce una proteína de la subvariante BA.1 de ómicron, según la OMS.

El Ministerio de Salud refiere que la evidencia científica sobre la vacuna bivalente de Moderna es que produce anticuerpos contra ómicron en su variante BA.1, BA.4 y BA.5 y otras como la BA.2.75. Esto orienta a que el biológico provee una protección contra las variables de ómicron en general, “incluidas los circulantes en el país”.

Ómicron es la variante de preocupación que predomina en Guatemala, según el último informe de vigilancia genómica de SARS-CoV-2. Su descendiente XBB —recombinante entre dos sublinajes de BA.2— representaba el 75.97% del total de linajes encontrados, mientras que la BQ.1 ocupaba el 15.57% y la BA.5, el 7.78%.

Pero en Estados Unidos es la subvariante XBB.1.5 la causante del incremento de contagios y hospitalizaciones, situación que pone de nuevo en alerta al sistema de salud estadounidense. Esta subvariante, popularmente conocida como “kraken”, es la responsable de cuatro de cada diez contagios en aquel país, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

La OMS informó que esta subvariante se encuentra en más de 29 países, mientras que Salud refiere que por ahora no hay evidencia que confirme su presencia en Guatemala.

“El Laboratorio Nacional de Salud mantiene de forma permanente el monitoreo de muestras para verificar la presencia de esta subvariante”. Si está o no, se verificará en el próximo informe de secuenciación, asevera la cartera.

Refiere que no hay evidencia que indique que la XBB.1.5 ocasione un aumento de gravedad en los pacientes. “Aunque estas variantes se transmiten en personas vacunadas la evidencia actual sigue apuntando a que la vacunación previene gravedad y muerte, por el momento se prevé un aumento de casos secundarios a las fiestas de fin de año, durante la segunda y tercera semana de enero”, añade.

¿Hay dinero para más vacunas?

En el presupuesto del 2023 del Ministerio de Salud se incluyeron Q443.4 millones para la compra de vacunas contra el coronavirus, además, Q856 millones para servicios de prevención y tratamiento de covid-19, detalla el Sistema de Contabilidad Integrada (Sicoin).

Sin embargo, el Ministerio de Salud no prevé la compra de más dosis contra el covid-19, solo se dispone de las que ingresaron en diciembre pasado, una parte a través del mecanismo Covax.

Dicho mecanismo ha entregado seis millones 541 mil 300 dosis de vacuna contra el coronavirus a Guatemala, el último lote llegó el 19 de diciembre de 2022, luego de que las últimas dosis en existencia caducaran.

Desde el ingreso de más vacunas hasta el pasado 9 de enero el ritmo de inoculación ha sido lento e inconstante. En 25 días se aplicaron 37 mil 421 dosis, con días en los que se ha vacunado a menos de 10 guatemaltecos y en otros en los que se han colocado cerca de 6 mil.

La población que más se vacunó fue la comprendida entre 6 a 29 años. Pero la recomendación de Laboratorio de Datos es que las dosis que recién ingresaron a Guatemala sean utilizadas “estratégicamente” para alcanzar a la población más vulnerable, como los mayores de 50 años, ya que al cierre del año pasado en más de 280 municipios el 70% personas no tenía las dos dosis.

Para ello se necesita generar condiciones de comunicación, diálogo y alianzas con los líderes de las comunidades para que información veraz llegue a la población. “Si se siguen priorizando los puestos de vacunación en territorios con altas coberturas (como la capital) la vacuna disponible podría seguirse perdiendo”, refirió en su análisis el Laboratorio.

 

 

ESCRITO POR:

Ana Lucía Ola

Periodista de Prensa Libre especializada en temas comunitarios, con énfasis en Salud y Educación, con 17 años de experiencia. Reconocida con el Premio de Prensa Libre en categoría Reportaje, en 2019. Premio de la UPANA por Informar a la población guatemalteca sobre la realidad en nutrición y desnutrición en el país, en 2019. Diplomado El periodismo en la era digital como agente y líder de la transformación digital impartido por el Tecnológico de Monterrey.