Comunitario

Qué pasó con el brote del Síndrome de Guillain-Barré en Guatemala

Salud está a la espera del estudio de casos y controles para establecer el origen del brote del Síndrome de Guillain-Barré que afectó Guatemala.

sindrome guillian barre guatemala

Suchitepéquez es el departamento que concentra la mayor cantidad de pacientes incluidos en el brote del Síndroma de Guillain-Barré en Guatemala. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El brote epidémico del Síndrome de Guillain Barré que puso en jaque al sistema de salud pública en enero, febrero y los primeros días de marzo está controlado, luego de un mes sin reporte de casos. Así lo indicó el ministro de Salud, Óscar Cordón, el pasado 10 de abril.

El 18 de marzo se reportó el último paciente de este brote del que se contabilizan 87 casos. El 80 por ciento de estos ocurrió en Suchitepéquez. El registro del Ministerio de Salud indica que los municipios más afectados fueron Cuyotenango y Samayac, con el 22% y 14% de personas infectadas, respectivamente.  

Los otros departamentos donde también se identificaron pacientes con el Síndrome de Guillain-Barré son Retalhuleu, Huehuetenango, Quetzaltenango, Guatemala y Sololá. Casos que según los informes de Salud tenían antecedentes de visita, tránsito o consumo de alimentos provenientes de Suchitepéquez.

Se reportaron pacientes de todas las edades, pero el grupo etario más afectado fue el de 30 a 64 años, con el 66% de pacientes. Mientras que el 64% del total de casos son hombres.  

Por la enfermedad fallecieron cinco personas, según datos de la Dirección de Epidemiología y Gestión de Riesgo del Ministerio de Salud. Los demás casos se reportan en recuperación.

Surge la alerta

Fue el 12 de diciembre que llegó el primer paciente a la unidad hospitalaria del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) en Suchitepéquez, un paciente masculino mayor de 15 años con debilidad muscular en piernas y/o brazos, síntoma característico de la afección.

A partir de esa fecha se incrementó la cantidad de personas con el padecimiento, que en un inició se denominó enfermedad neurológica aguda, pues no se tenía certeza de qué estaba pasando.

El 16 de febrero las autoridades del Ministerio de Salud confirmaron que se trataba del Síndrome de Guillain-Barré, que se desencadena luego de un proceso infeccioso.

Por el incremento de casos observado en un corto tiempo y de manera focalizada, las autoridades de Salud emitieron el 1 de febrero una alerta poblacional/epidemiológica que abarcó los departamentos de Suchitepéquez, Escuintla, Coatepeque en Quetzaltenango, y Retalhuleu, que luego se extendió a Huehuetenango y Sololá.  

La cartera realizó varias pruebas de laboratorio a los primeros pacientes en las que se detectó la presencia de la bacteria Campylobacter jejuni, que está relacionada con la ingesta de agua o alimentos contaminados.

También se hicieron pruebas para establecer si los casos tenían relación con Poliomielitis, que fueron enviadas para su análisis a Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos. El resultado fue negativo.

Además, se descartó la presencia de arbovirosis (dengue, chikungunya, zika) en los pacientes.

Personal de Salud tomó varias muestras en agua y alimentos, así como en suelo en los lugares afectados. Los primeros resultados mostraron contaminación fecal en fuentes de agua; sin embargo, está pendiente el estudio de casos y controles para establecer la causa del brote.

A la espera de resultados

César Conde, viceministro de Regulación, Vigilancia y Control de la Salud, menciona que en los pacientes que han tenido el Síndrome de Guillain-Barré se ha observado la prevalencia de Campylobacter Jejuni, bacteria que tiene “alta asociación” con la enfermedad, pero no se puede asegurar que esta sea la causa del brote detectado en el país.

“Hay que tomar en cuenta que esta bacteria cuesta mucho recuperarla en los cultivos, es muy complicado. Puede ser que por eso no lo hayamos recuperado, no necesariamente porque no esté, pero sí la encontramos en pacientes con el síndrome”, mencionó.

“Eso es bastante significativo y hay que unirlo al hecho de que hay una asociación a la enfermedad con haber tenido diarrea, por ejemplo, y justamente el Campylobacter lo que produce es una enfermedad diarreica”, dijo el viceministro.

Habrá que esperar el resultado de los estudios que están pendientes, para saber si la fuente de contaminación es el agua. “Eso lo dirán los epidemiólogos y cuando tengamos esa información, la haremos pública”, agregó.

Comportamiento inusual

El Síndrome Guillem Barré es una enfermedad que ha estado presente en el país, sin embargo, lo que alertó a las autoridades sanitarias fue la cantidad de pacientes detectados en un corto período de tiempo y en un área muy focalizada.

Siempre ha habido y seguramente seguirá habiendo y muchas veces tendrá que ver con Campylobacter, que es uno de los microorganismos con que se asocia,

igual que con el virus citomegalovirus, pero lo que uno espera es que no sean tantos casos en tan corto tiempo y en una región, sino que dispersos”, dijo Conde.

Por ahora la alerta poblacional/epidemiológica en los departamentos afectados con el brote se mantiene, y al tener datos epidemiológicos sólidos la medida podría cambiar.

Los casos de Perú y México

Perú enfrentó un brote del Síndrome de Guillain-Barré entre enero y julio del 2023, se notificaron 191 casos, y cuatro defunciones. Por el incremento se estableció una alerta epidemiológica local. Algunos pacientes dieron positivo a la bacteria Campylobacter jejuni.

Este año en Tlaxcala, México, también se identificó un brote de parálisis flácida aguda asociada con el síndrome. Al 23 de marzo se habían noticiado 81 casos en distintos municipios de dicho Estado, según el Gobierno de México. De estos, el 51% dio positivo a la bacteria. Por esta situación, la Secretaría de Salud de Tlaxcala estableció el pasado 5 de marzo una alerta epidemiológica.

Dado que los brotes de Perú y de Tlaxcala están asociados con Campylobacter jejuni, según Conde, habrá que plantearse si se trata de la misma cepa de la bacteria que se ha detectado en Guatemala y si hay alguna relación con la fuente de contaminación. “Estas son preguntas que irán surgiendo y que debemos resolver con el tiempo”, añadió.

ESCRITO POR:

Ana Lucía Ola

Periodista de Prensa Libre especializada en temas comunitarios, con énfasis en Salud y Educación, con 17 años de experiencia. Reconocida con el Premio de Prensa Libre en categoría Reportaje, en 2019. Premio de la UPANA por Informar a la población guatemalteca sobre la realidad en nutrición y desnutrición en el país, en 2019. Diplomado El periodismo en la era digital como agente y líder de la transformación digital impartido por el Tecnológico de Monterrey.