La clínica se ubica de forma estratégica en las instalaciones del hospital, sobre la 1a. avenida y 9a. calle “A”, de la zona 1 y está aislada del resto de las unidades a través de un portón de hierro reforzado que siempre está cerrado y paredes fundidas.
El vehículo del Sistema Penitenciario ingresa a la clínica y permanece en parqueo, donde solo se puede ubicar un carro a la vez, el reo desciende junto a su custodio e ingresa a la clínica, que tiene características especiales de seguridad tanto en el sanitario como en el área de consulta. El médico pide a través de una ventanilla especial los instrumentos que requiere para la atención y luego los devuelve.
El director del hospital, Juan Antonio Villeda, explicó que para concretar este proyecto, que busca proteger a los médicos y a los pacientes del hospital, se invirtieron Q84 mil, de los cuales, el 60 por ciento fue otorgado por la Fundación Pro-Desarrollo del Hospital General San Juan de Dios y el resto fue presupuesto del nosocomio.
Durante el 2016, se atendieron dos mil 880 consutas, explicó Villeda, quien agregó que, aunque hay días en que se requieren hasta 10 consultas diarias para reos, en esta clíncia se atenderán tres diarias, pues podrá ingresar solo uno cada vez.
Seguridad en riesgo
Debido al riesgo que representa atender a privados de libertad, trabajadores de hospitales públicos y pacientes han solicitado que el Sistema Penitenciario tenga sus propias clínicas de atención.
El 10 de marzo del 2015, un grupo de hombres lanzó una granada y disparó en contra de un vehículo de presidios que se ubicaba en el ingreso de la consulta externa del San Juan de Dios, hecho que dejó como saldo cuatro personas muertas y más de 20 heridos.
Para evitar más hechos violentos, en abril del 2015 el entonces presidente Otto Pérez Molina inauguró una clínica de atención en el complejo carcelario de Fraijanes, la cual funcionó solamente durante 14 días.
Otro suceso violento ocurrió el 26 de agosto del año pasado, frente a la instalaciones de la Unidad Nacional de Atención al Enfermo Renal Crónico, donde murieron cuatro personas y seis resultaron heridas. El hecho ocurrió cuando un grupo de pandilleros atentó en contra de un miembro de un grupo rival.