Explicó que luego de varios estudios de realizados por el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (Conap) se logró conceder los permisos y firmar las escrituras de las tierras comunales que les serán entregadas.
López indicó que por vivir en un área protegida se tomaron medidas para evitar la pérdida de la biodiversidad como por ejemplo que las personas “no podrán vender las tierras y se comprometen a no deforestar”.
Según el asesor este último punto es “técnicamente viable” y además está comprobado pues los campesinos no lo han hecho en los casi 30 años que tienen viviendo en el lugar.
Daniel Pascual, del Comité de Unidad Campesina (CUC), afirmó que se sienten contentos con el logro. “Es un merecido galardón para todas esas familias que fueron empujadas a vivir en las montañas”, aseguró.
Pascual indicó que estarán vigilantes para que otras cuatro comunidades del lugar puedan lograr legalizar sus tierras en el transcurso del año pues este “fue una de las peticiones de la Marcha Campesina de 2012”.