Empero, afirmó que lo llevarán a algunas iglesias para que la población que quiera, pueda acudir a observarlo.
“Todo esto nos ha costado mucho, lo vamos a conservar”, manifestó De Martínez, minutos antes que Diego arribara al país luego de su travesía por Roma, Italia, donde logró reunirse con el Sumo Pontífice.
El grano de mostaza
Como la parábola del grano de mostaza, Diego inició su travesía con un sueño, pero su fe lo llevó a estar frente al Papa Francisco, quien le afirmó que cuando su agenda estuviera disponible, vendría a Guatemala, luego de que el joven le entregara un libro con 528 mil firmas de chapines que pedían al Sumo Pontífice su presencia en el país.
“Mi motivación fue Guatemala, como joven estoy cansado de tanta violencia. Creo que si viene el Papa movería la fe de las personas y las cosas podrían mejorar”, manifestó el joven.
Agregó que invitó al Papa porque “lo que quiero es que cambie Guatemala”.
Para cumplir su sueño, Diego contó con el apoyo de sus padres. “Estoy muy feliz y emocionado, él hizo todo, llevamos nueve meses recopilando firmas”, manifestó Cecilio Martínez, padre del joven.
En tanto, la madre explicó que para costearse los gastos, el empresario Felipe Bosh les donó una parte, también realizaron la carrera maratónica “Corriendo por un Pavo” y finalmente pidieron un préstamo.
“Ha sido un largo camino”, manifestó De Martínez.