“He dado la instrucción esta misma mañana —ayer— de iniciar una investigación para establecer quiénes pueden ser los funcionarios responsables de que en Guatemala exista un millón de niños malnutridos”, indicó.
Agregó que ella guiará la pesquisa desde la Fiscalía de Casos Especiales del Ministerio Público (MP).
“Llevaremos a los tribunales del país, derivado de una investigación objetiva y transparente, a quienes se pueda determinar responsabilidad, a diversos funcionarios que han tenido la obligación de cumplir con la población infantil y no lo han hecho adecuadamente”, aseguró.
Resaltó que en Guatemala, a pesar de ser un país rico en recursos humanos, desafortunadamente la corrupción se ha enraizado y afecta a las personas más pobres.
En el país existen por lo menos un millón 67 mil 907 menores de 5 años con algún tipo de desnutrición y que representan a la mitad de la población de esa edad, según proyecciones del Instituto Nacional de Estadística y de la Encuesta Nacional de Salud Materno Infantil 2014-2015.
Hasta el 8 de abril pasado se registraban dos mil 270 casos de desnutrición aguda y 12 muertes de menores.
El año pasado, en total, se reportaron 13 mil 418 casos de desnutrición y 161 muertes por dicha causa.
La experta Karin Slowing indicó que es importante que la Fiscal y su equipo comprendan bien el fenómeno primero, porque la desnutrición es estructural y multicausal pues tiene sus orígenes en la matriz económica, política y social, ya que la riqueza que se produce no se distribuye de tal manera que sus beneficios alcancen a todos.
No se pueden interpretar las declaraciones de la jefa del MP, y más bien hay que esperar a que ella misma precise el alcance de sus palabras, porque derivado de que es un fenómeno multicausal no se podría culpar a un funcionario o un grupo de un problema, estimó Slowing, y consideró que debe ofrecerse la asesoría para que se construya todo el marco.
El economista Alberto Fuentes Knight refirió que es un tema complejo que tiene dimensiones estructurales y de políticas de corto y mediano plazo que se deben tomar en consideración.
“En la medida que las dimensiones de corto plazo que tiene que ver con políticas han tenido un impacto negativo, puede en particular resultar el mal uso de recursos. Entonces sería válido realizar una investigación, pero hay que distinguir entre las dimensiones de largo plazo y estos fenómenos de corto plazo”, advirtió.
Agregó que el punto de entrada tendría que ver con el mal uso de recursos y con la desviación de estos, que estaban dirigidos, quizá originalmente, para atender temas de nutrición y que no fueron utilizados con ese propósito.