
“Somos un grupo que se llama Las Relajeras. Somos personas mayores de 60, 70, 80 y hasta 90 años. Tenemos un cuchubal y cada mes damos un aporte para juntarlo y, al final del año, llevamos algo a quienes lo necesitan”, cuenta Eufemia.
Usualmente visitan asilos de Antigua Guatemala, pero este año, por la pandemia, decidieron ayudar a familias que viven en condiciones difíciles.
Eufemia fue la encargada de entregar el donativo del grupo, el cual consistió en una canasta navideña con víveres y un aporte económico para que lo gasten en lo que necesiten.

La más emocionada al recibir el donativo fue Felícita de la Rosa, a quien Eufemia conoce desde hace mucho tiempo porque integraron un grupo folclórico.
Con lágrimas, Felícita aseguró que la ayuda les servirá mucho porque su situación económica es muy complicada.
Este año seis familias fueron beneficiadas con una ayuda que no consistió solamente en apoyo material, sino también en apoyo moral.