Unepar, que está adscrita al Instituto de Fomento Municipal (Infom), tiene a su cargo una función que también han adoptado las municipalidades y los consejos de desarrollo. A la Unidad se abocan comunidades que no tienen servicios básicos. Cada dos años Unepar concluye un 0.22 por ciento de los proyectos —10 en promedio—, si le asignan suficiente presupuesto.
La Unidad tiene cuatro programas, el de preinversión, donde hacen los estudios técnicos. Gestión social revisa lo necesario para la obra en la comunidad. Desarrollo y ejecución es el último paso.
A esa burocracia se suma que Unepar no puede actuar en ningún terreno que no esté a nombre del Estado, por lo que antes de comenzar, las propiedades donde instalan pozos, drenajes o agua potable, deben ser escrituradas a nombre de la municipalidad u otra entidad gubernamental.
En ejecución
Este año hay en ejecución 16 proyectos, ocho vienen del 2016, es decir que son de arrastre. Además, ocho nuevos que solo alcanzarán la fase administrativa, lo físico será hasta el 2018.
Unepar cuenta con dos modalidades de ejecución, una es más rápida que la otra. La denominada por “contratación” ha representado muchos problemas para la Unidad, al extremo de que hay proyectos del 2008 que no han sido terminados ni liquidados, tienen desembolsos económicos pero las empresas no continuaron las obras. La otra es por “administración”, más rápida y con menos complicaciones, compran materiales y al año siguiente los usan.
Se quejan
Gladys Padilla, directora del programa de desarrollo y ejecución de Unepar, explicó que para la entidad el mayor obstáculo es el presupuesto.
“Nos dan para funcionamiento, casi todos los años son Q20 millones, este año dieron Q14 millones, pero es para salarios y prestaciones”, explicó.
Padilla confesó que con esos recursos la Unidad logra elaborar expedientes para tener un banco de proyectos de donde elegir cuando tengan recursos.
“El año pasado se logró que Finanzas diera Q11 millones adicionales, este año fueron Q4 millones, pero el dinero es autorizado en los últimos meses del año, entonces hay que correr en el tiempo que queda”, manifestó.
Duplicidad
Para este año el Gobierno tenía presupuestado Q2 mil 159 millones para inversión en los Consejos de Desarrollo Urbano y Rural, las prioridades eran agua y saneamiento, que tenía 594 proyectos con un monto de Q669.7 millones.
Al comparar el total de proyectos programados par ejecutar por el Gobierno, con los que Unepar termina cada año, representa un 1.7 por ciento. “Es una duplicación absurda, no de obra sino de gasto”, opinó Manfredo Marroquín, presidente de la junta directiva de Acción Ciudadana.
Según el experto en transparencia, las entidades como Unepar, creadas el siglo pasado, tenían como espíritu ejecutar lo que los ministerios no tenían capacidad.
El objetivo era que tuviera un 10 por ciento de gasto en funcionamiento con personal técnico altamente calificado, y un 90 por ciento de inversión, pero con el tiempo y el paso de los gobiernos, la condición se invirtió.
“Es una condición en todos los fondos sociales que quedan. Es una primera tarea para el gobierno que tenga claridad, pero todos se acomodan y lo ven como un bolsón, no los desmantelan porque se acomodan a usarlos”, explicó Marroquín.
En el 2010 fue cuando más ejecutó Unepar, según Padilla, en total hubo 25 proyectos porque le dieron el dinero a las municipalidades; sin embargo, algunas optaron por no desarrollar las obras, sino gastar los recursos en otros destinos.
“Todas esas unidades ejecutoras, incluyendo los fondos sociales, cayeron en los vicios de la corrupción”, insiste Marroquín, quien añade que en su momento recomendaron el cierre del Fondo Nacional para la Paz y otras unidades similares.
Desarrollo
A Unepar se abocan para pedir varios proyectos, las solicitudes más recurrentes son agua potable, y hasta hace un tiempo letrinas, pero ya no son instaladas, en cambio ahora, colocan inodoros lavables.
La mayoría de las peticiones son de comunidades de Quetzaltenango, Sololá, San Marcos, y en menor cantidad del oriente.