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Uso de mascarilla: expertos ven riesgos por flexibilización de restricciones en Guatemala mientras sector empresarial lo considera positivo

Hay opiniones encontradas con respecto a la posibilidad de que el Gobierno elimine la obligatoriedad del uso de la mascarilla en Guatemala.

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Infectólogos consideran que eliminar el uso de la mascarilla en este momento en Guatemala es una medida de alto riesgo, pues, aunque hay una desescalada de casos de covid-19, el comportamiento de la pandemia es incierto y los niveles de vacunación son relativamente bajos, comparado con lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS); sin embargo, el sector epresarial considera positivo que se flexibilicen las medidas contra el coronavirus.

Expertos consideran que la intención del Gobierno de eliminar el uso de la mascarilla como parte de la desescalada de restricciones debió basarse en el porcentaje de vacunación, pues en Guatemala ni siquiera el 50 por ciento de la población está vacunada con la primera dosis, lo que constituye un riesgo alto de contagio.

Recientemente el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, anunció que el próximo miércoles 27de abril participaría en una cadena nacional en la que dará a conocer nuevos protocolos por el coronavirus. 

El mandatario se refirió a medidas como el uso de mascarilla y a la asistencia de estudiantes a centros educativos, así como otras actividades que han resultado afectadas desde hace dos años, por la emergencia del coronavirus. 

“En cadena nacional, anunciaremos medidas de desescalamiento en el tema de la pandemia. Las medidas serán trascendentales para que volvamos a vivir casi con la normalidad de antes”, comentó Giammattei. 

También el ministro de Salud, Francisco Coma, se refirió a los nuevos protocolos por el covid-19 y afirmó que entre estos estaban analizando que el uso de mascarilla ya no fuera obligatorio en lugares públicos y que estas medidas se tomaban con base a los indicadores de la situación del coronavirus en Guatemala, como positividad, número de casos graves, personas hospitalizadas y hasta fallecidas.  

Tanto Giammattei como Coma ha hecho énfasis en que los guatemaltecos ya tuvieron suficiente tiempo para conocer cómo se comporta esta enfermedad y la responsabilidad de cada persona recae en vacunarse contra la enfermedad y usar o no la mascarilla y los protocolos como distanciamiento social y lavado de manos, y que hay actividades que se deben retomar “casi con la normalidad de antes”. 

Desde ese día se especula que los nuevos protocolos dejarían a criterio de las personas el uso de la mascarilla y también que se dejaría libre el regreso presencial a las clases.  

Idea errónea

Por aparte, la infectóloga Alicia Chang, presidenta de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas, considera que la medida es precipitada y considera que el Gobierno trata de “vender” la idea de que Guatemala es uno de esos países desarrollados con niveles altos de vacunación y sistemas robustos de vigilancia, cuando con segundas dosis el país está “rasgando el 35 %”.

“Es muy pronto para levantar el uso obligatorio de las mascarillas porque no tenemos un buen nivel de vacunación, porque nuestro nivel de vigilancia también es muy bajo y la cantidad de pruebas que se hacen cada vez es menos en el sistema público, por lo tanto, si hay algún brote va a pasar debajo del radar”, señaló Chang.

Añadió que, aunque ómicron no tiene registros altos de decesos, si hay muchas muertes relacionadas con problemas secundarios covid largo, problemas cardíacos, problemas del sistema nervioso central y gastrointestinal, lo que con un buen sistema de vacunación se puede prevenir.

“Estamos muy muy bajos, la población infantil básicamente no está vacunada, entonces creo que no es el momento más apropiado (…) creo que es un poco apresurado y que más bien debieran estar redoblando la con las vacunas y tratando de tener pruebas disponibles a un precio accesible para todos”, reiteró.

“Creo que están actuando como si Guatemala fuera alguno de esos países desarrollados que ya tienen nivel de vacunación mínimo, digamos Inglaterra que tiene 95 %, España 95 %, Estados Unidos 75 % y nosotros con dos dosis estamos rasgando el 35 %. Me parece injusto tratar de venderle esta idea errónea a las personas de que como en otros países ya lo están haciendo nosotros también lo vamos a hacer, como si nosotros estuviéramos cumpliendo las mismas condiciones que tienen ellos”, concluyó Chang.

La vacunación debe ser primordial

Para representantes de la organización Laboratorio de Datos, eliminar el uso de la mascarilla es de alto riesgo, pues como ocurrió con la variante ómicron, se puede desarrollar nuevas cepas meses adelante y tomar desprevenida a la población; además, critican que sea política del Gobierno cargar la responsabilidad de la pandemia a la población, pues, en este caso, lo ideal hubiera sido tomar decisiones con bases a los porcentajes de vacunación.

“Es complicado porque supongo que, así como el presidente más personas están un poco cansadas del tema de la pandemia y las restricciones, y es cierto que los casos han venido en disminución teniendo entre 200 y 400 casos diarios, pero sigue siendo un número que no podemos ignorar”, señaló Óscar Chávez, integrante del Laboratorio de Datos.

Chávez añadió que “el principal problema es el nivel de vacunación que tenemos, pues no hemos llegado ni siquiera al 50 % de vacunación de la población con una dosis, y creo que más allá de los casos, el principal indicador que debería tomar en cuenta el presidente para tomar esta decisión es el objetivo de la OMS que es de 70 % con dos dosis a mediados de este año, una meta que obviamente no vamos a lograr”.

Rangos de positividad

El exdirector de la desaparecida Comisión Presidencial para la Atención a la Emergencia del Covid-19 (Coprecovid ), Edwin Asturias, dio a conocer que quitar el uso obligatorio de la mascarilla es un riesgo si se considera los rangos de positividad en el país y también hizo una propuesta para reducir las restricciones en países como el nuestro.  

Asturias, quien además de exdirector de la Coprecovid, es pediatra e infectólogo de la Universidad de Denver, en Estados Unidos, ha señalado que ahora Guatemala debe medir y tener controles para los nuevos protocolos y medidas anunciadas por el presidente Alejandro Giammattei. 

“El Gobierno de Guatemala quitara las mascarillas pronto. ¿Y el plan de desescalada?”  Cuestionó en su cuenta de Twitter que esto no debería darse de esa manera y planteó el camino que países como Guatemala deberían seguir.  

En el mismo mensaje expresó que la “desescalada Covid-19 debe ser gradual y bidireccional, y el resurgimiento de infecciones o variantes SARSCoV2 deben estar en un plan de reescalada parcial o total. Por si le sirve al Ministerio de Salud va”, señaló Asturias en su mensaje al que adjuntó una tabla con la forma en la que debería ser la desescalada de medidas. 

Prensa Libre y Guatevisión contactaron a Asturias para tratar el tema y al ser consultado sobre si existe un riesgo de volver a tener una ola masiva de contagios, si se considera que no se ha alcanzado ni el 50% con dos dosis, respondió que no. “No, porque muchas personas se infectaron con ómicron, así que por los próximos 6 o 9 meses estarán protegidas, pero después de eso la cosa no se puede predecir si viene otra variante”, expresó.  

Señaló que las personas vacunadas y que se infectaron con covid-19 son los que mejor están en términos de inmunidad a largo plazo.  

“El problema de la desescalada es que no tienen plan y cómo seguirán monitoreando.  En Estados Unidos ya está pasando que los centros de testeo se han reducido significativamente, pero lo reemplazaron con pruebas caseras. En Guatemala no hay plan ni forma de ver como desescalarán”, mencionó Asturias. 

En su cuenta de Twitter, Asturias también habló sobre que en noviembre y diciembre de 2021, luego de las infecciones con la variante delta, la positividad de pruebas covid-19 era de entre 1% y 2%, pero ahora está entre 4% y 5% y “el sensato gobierno quiere arrebatadamente eliminar la obligación de mascarilla”. 

Al ser consultado sobre si basado en su propuesta y la positividad actual cuál es el riesgo de eliminar mascarilla, Asturias comentó: “La clave es que se debe hacer una desescalada gradual de todas las medidas, la mascarilla es una de ellas; vea el plan de Costa Rica, por ejemplo, los hospitales y clínicas de salud no debieran desescalar, porque aún tienen pacientes con infección respiratoria que pueden ser covid-19″. 

Añadió que tampoco con un 4% o 5% de positividad debiera quitarse el uso de mascarilla en transporte público. 

Decisión personal

En tanto, el Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif) considera que luego de más de dos años, es sano que el país empiece a regresar a la normalidad y que será responsabilidad de cada ciudadano cuidar de su salud.

“Desde el sector empresarial, representado por Cacif, vemos bien la posibilidad de que se desescalen las medidas implementadas hace más de dos años para prevenir el Covid-19”, señaló Hermann Girón, presidente del Cacif.

Añadió que “en el contexto de una caída en el número de contagios y con una muy baja ocupación de las camas hospitalarias dedicadas a atender este padecimiento, creemos que las medidas de prevención deben ser una decisión personal”.

Girón destacó que en “América Latina quedan únicamente tres o cuatro países en los que las medidas son de aplicación obligatoria; es el momento de que Guatemala avance hacia esa nueva normalidad de la que se ha hablado tanto”.

La Cámara de Industria de Guatemala (CIG) coincide con posturas mencionadas por el Cacif.  Raúl Bouscayrol, vicepresidente de CIG, respondió que consideran que el uso de la mascarilla en estos momentos debe ser decisión individual de las personas y que ya varios países desarrollados han quitado ese mandato tanto en espacios abiertos como cerrados. Además, la entidad continúa motivando a las personas a vacunarse.

El ejecutivo dijo que la reducción de restricciones contribuirá a reactivar sectores que aún están sintiendo los efectos de la pandemia, como es el caso del sector turismo, hoteles y restaurantes.

De igual forma, los sectores que aún cuentan con restricciones de aforo podrían verse beneficiados con mayor flexibilización. Otro efecto muy positivo sería el completo retorno a clases presenciales.

El sector de turismo y viajes concuerda en que es conveniente flexibilizar el uso de la mascarilla y que este sea en forma voluntaria. También reducir o eliminar restricciones de ingreso como los requisitos de prueba de covid-19 y carnet de vacunación que aún se piden en Guatemala, mientras que otros países ya no es requisito.

Motty Rodas, directora ejecutiva de la Asociación Guatemalteca de Líneas Aéreas (Agla), al ser consultada si sería prudente quitar el mandato del uso de mascarilla por completo en el país o flexibilizarlo respondió que el tema ha sido conversado con el sector, debido a que en países de Europa, como España, eliminaron el uso de mascarilla en áreas abiertas y en Estados Unidos ya han visto que en las aerolíneas se les ha autorizado eliminar la obligación a bordo y en áreas abiertas, quedando a decisión personal del pasajero. Mientras que en otras áreas aún es obligatorio.

Añadió que las aerolíneas son respetuosas de las disposiciones de cada país, aparte de los protocolos internos que han implementado deberán irse adecuando a la decisión que tome cada nación.

“En Guatemala no sabemos cuáles van a ser las disposiciones, las aerolíneas usan sus propias políticas y si no contravienen las disposiciones del Estado las adaptan”, dijo Rodas, quien cree que van a insistir en la recomendación de usarla como algo opcional para el pasajero. Esta industria continúa sosteniendo la postura que en la cabina de un avión las posibilidades de contagio son mínimas y reitera que va a depender de la política del Estado.

Hasta el momento ninguna de las aerolíneas que viajas desde y hacia Guatemala que haya flexibilizado la medida, a pesar de que en Estados Unidos y lo liberaron, añadió.

“Haberla puesto no causó ninguna afectación en la demanda, si lo quitan la gente que quiere volar se atiene a las políticas que se están usando en el momento, y creo que tampoco afectará en la demanda.  Al turismo en general sí le está beneficiando porque el cliente se siente más tranquilo sin la mascarilla”, expuso la directiva al añadir que eliminar los otros requisitos de viaje sí ayudaría más porque hay quienes no quieren vacunarse o estarse haciendo la prueba, lo cual causa costos.

Por aparte, el presidente de la Comisión de Turismo Sostenible de Agexport, Andreas Kuestermann, mencionó que han monitoreando los efectos a escala mundial del retiro de disposiciones y en otros países han tomado en cuenta sus niveles de vacunación, los niveles de infección y la baja significativa en los casos de mortalidad.

En vacunación Guatemala no ha tenido un avance muy grande, pero sí hay más avance en la población más vulnerable, dijo el directivo quien opinó que “debemos ir avanzando pero manteniéndonos vigilantes, vemos con buenos ojos la posibilidad de avanzar en la reducción de restricciones para la entrada de extranjeros a Guatemala y la reducción de restricciones en aforo en los diferente medios de transporte, lugares para actividades de turismo y eventos”.

Respecto al mandato del uso de mascarillas puede flexibilizarse y establecer que voluntario lo cual calificó como un avance.

Añadió que disminuir las disposiciones para lograr el retorno de actividades no solo sería efectiva para turismo, sino para el resto de actividades, como las clases presenciales y regresar a lo más posible de normalidad prepandemia, pero se debe mantener el refuerzo en medidas de higiene, constante lavado de manos, espacios de limpieza, además que sería bueno que las personas decidan mantener el uso de mascarilla ante indicios de resfrío, o posible contagio.

Cristian Mayorga, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Guatemala (CCG), coincidió con las otras organizaciones que observan positiva la idea de desescalada, que es una tendencia de muchos países en Latinoamérica y otras regiones debido a la baja incidencia de casos fatales, para liberar restricciones y en especial el tema del uso de la mascarilla para que sea decisión a nivel personal.

También coincide en el tema relacionado a ir avanzando en quitar restricciones de ingreso al país.

Respecto a los aforos, agregó que si deciden dejar fuera las restricciones cree que también se quitaría el distanciamiento.

En el comercio se ha restablecido el empleo en más de 90%, las empresas volvieron a contratar, además queda una nueva manera de trabajar por vía online y las empresas lo aprovechan de una mejor manera.

Puede ser que haya alguna cantidad de contagios aún al disminuir disposiciones. En el caso del área urbana que es la que más se moviliza en transporte la mayoría está vacunada pero donde hay un reto es en el área rural que hay porcentajes bajos de vacunados.

Postura del Gobierno 

Kevin López Oliva, secretario de Comunicación Social de la Presidencia, ofreció en un conferencia de prensa en el Palacio Nacional, y fue consultado sobre las medidas que anunciará el presidente y solo se limitó a señalar que “hay que evitar especulaciones”. 

Además, dijo que no quería adelantar nada, y que el uso de mascarilla se definirá el miércoles en el anuncio del presidente.