Miguel Mejía Ramos, esposo de García, confesó que enloqueció al ver una foto de ella con otro hombre, indicó que obtuvo la idea del asesinato al observar programas de televisión. Admitió que asesinó a sus hijas porque no tenía asientos de seguridad en su auto para escapar con ellas.
“Es injustificable que el amor de un padre y esposo mate a su propia familia”, dijo Vian Morales durante la homilía de este domingo.
Monseñor indicó que este crimen es inaceptable y que Mejía Ramos “estaba con problemas mentales”.
El religioso llamó a las personas a conocer mejor a su pareja para estar seguros de que se casan con una buena persona.
Vian Morales también mostró preocupación ante la violencia que “continúa incrementando” hasta llegar a niveles de “odio” en el cual las personas se alejan de Dios y en su lugar ansían dinero, poder e injusticia.
Velan a las víctimas
Los restos de García y de sus hijas llegaron a Cuatro Caminos a la una de la mañana de este domingo, allí más de un centenar de vehículos los esperaban para hacer una caravana al cantón Paquí, Totonicapán, de donde la madre era originaria.
Vecinos de esa comunidad y otras aledañas se aglomeraron afuera de la iglesia Independiente, donde se ofició varios servicios religiosos en honor a las víctimas. El entierro de las víctimas se llevó a cabo en el Cementerio General del cantón Juchanep, de la cabecera de Totonicapán.
Los cuerpos llegaron al país ayer, el Ministerio de Relaciones exteriores cubrió los gastos de repatriación.
Vecinos y amigos de García se encuentran consternados, pero dejan el caso en manos de Dios y de la justicia estadounidense.
El sepelio se efectuó en el camposanto Candelaria, de Juchanet, Totonicapán, bajo una fuerte lluvia.