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Viudas de pilotos de buses piden ayuda estatal

Con un beso en la frente, Carlos se despidió de sus hijos la madrugada del 15 de julio del 2009, antes de ir a trabajar como piloto de uno de los buses que cubren la ruta a Ciudad Quetzal, Guatemala. Los pequeños no sabían que era la última vez que veían a su padre, a quien ese día sicarios le segaron la vida.

Las extorsiones en los buses  provocan  la muerte de  pilotos, quienes  han dejado a sus familias desamparadas; ahora  buscan apoyo del Estado.

Las extorsiones en los buses provocan la muerte de pilotos, quienes han dejado a sus familias desamparadas; ahora buscan apoyo del Estado.

Sandra, esposa de Carlos, llegó ayer al Congreso junto a otras mujeres, para demandar ayuda del Gobierno, por medio de la Asociación de Viudas de Pilotos, ya que afrontan problemas para subsistir.

Ella aseguró que el ataque contra Carlos le cambió la vida por completo a toda su familia. “En ese momento mi hijo menor tenía 7 meses. Tenemos tres hijos más, y él era el sostén de la familia. Perdí todo lo que tenía, no solo a nivel emocional, porque yo amaba a mi esposo, sino a nivel económico, y comenzó la intranquilidad”, relató a los integrantes de la Comisión de Trabajo.

“Perdimos nuestra casa porque no pude seguir pagando. Ya llevábamos cuatro años de aportar las cuotas mensuales, y en el banco no me devolvieron nada”, narró.

Drama

Sandra es una de las más de mil 200 viudas que ha dejado la violencia en contra de choferes de autobuses urbanos.

Esos hechos no solo han dejado viudas, sino también secuelas irreparables en aquellos pilotos que han sobrevivido.

Uno de ellos es Jorge, quien el 28 de junio del 2008 recibió un disparo que le dañó la médula espinal.

“No me mataron, pero ahora dependo de una silla de ruedas. La operación que requiero cuesta Q100 mil, y no puedo pagarla. Tampoco consigo trabajo. Mi familia y yo estamos viviendo de la venta de gelatinas y helados. Dejé de ir a las terapias porque cuestan Q400 semanales. Solo nos alcanza para las sondas y bolsas que necesito para hacer mis necesidades”, refirió.

Según el sobreviviente, aunque sus patronos le descontaban un seguro de vida de una cooperativa, luego del atentado acudió a cobrarlo y le dijeron que nunca se hicieron los pagos y por ello no podía cobrarlo.

La diputada Dolores Beltrán, de la Comisión de Trabajo, aseguró que el 16 de mayo integrarán una mesa con varias instancias del Estado, a fin de garantizarles a los afectados, “al menos, becas de estudio para los menores, y trabajo a las viudas”.

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