Las explosiones son acompañadas de retumbos audibles en Escuintla, Alotenango, Yepocapa y áreas de Atitlán. Además generan ondas de choque que hacen vibrar techos y ventanas a 15 kilómetros a la redonda.
El coloso ha expulsado columnas de ceniza gris que alcanzaron 4 mil 400 metros sobre el nivel del mar y se desplazan a 12 kilómetros en dirección sur y suroeste.
Expertos indican que a pesar de que disminuyen los retumbos, existe la probabilidad de nuevos incrementos por lo que se debe estar pendiente de la evolución de la actividad. También se mantiene la probabilidad de flujos de lava y la generación de flujos piroclásticos.
A la Dirección General de Aeronáutica Civil se le recomienda tomar precaución con el tránsito aéreo, ya que existen finas partículas de ceniza alrededor del complejo volcánico.
La Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) mantiene comunicación con las autoridades locales, aunque ha descartado hacer evacuaciones por el momento.