La mayor parte de estos municipios llevan el nombre de esta advocación, y la causa por la cual fueron nombrados así es dividida por los especialistas en dos etapas históricas.
Aníbal Chajón, del Centro de Estudios Folclóricos (Cefol), dijo que durante la Colonia los pueblos indígenas fueron denominados con dos nombres: indígena y español. Este último era generalmente el de una advocación, según disponían las autoridades civiles con el consejo de las órdenes religiosas Franciscanos y Dominicos, quienes tuvieron a su cargo la evangelización.
Surge así San José Chacayá; San José Poaquil, Chimaltenango; San José Ojetenam, San Marcos, y San José, Petén, entre otros.
El historiador Fernando Urquizú contó que tras la Independencia, la lucha entre conservadores y liberales motivó al gobierno de Rafael Carrera, tras haber derrotado a los segundos, a bautizar con nombres católicos varios municipios como Puerto San José, Escuintla; San José del Golfo, Guatemala, y San José El Ídolo, Suchitepéquez.
Urquizú añadió que Carrera defendió a los conservadores y su gobierno tuvo el apoyo de la Iglesia Católica. El Puerto San José fue nombrado así tras la expulsión de Francisco Morazán, el 19 de marzo de 1840, resaltó.
El establecimiento de la aldea San José La Arada, Chiquimula, como municipio fue hasta 1924, pero su nombre también está relacionado con Rafael Carrera, ya que en este lugar derrotó en 1851 a los liberales de El Salvador, Nicaragua y Honduras, que buscaban la unión centroamericana.
El historiador Miguel Álvarez relató que la costumbre de bautizar pueblos con nombres autóctonos y españoles fue práctica de los conquistadores en todo el continente.
En cuanto a Carrera, refirió que se llamaba José Rafael y que era muy católico.
Álvarez agregó que San José ha sido una figura importante en la Iglesia Católica. Durante la Colonia se construyó una iglesia con ese nombre en Antigua Guatemala, Sacatepéquez; sin embargo, cuando la ciudad y la Catedral fueron trasladadas al Valle de La Ermita, a causa del terremoto, los que se quedaron en el Valle de Almolonga reconstruyeron el templo que ocupaba la Catedral y establecieron allí la Iglesia de San José Catedral.
“Por ese motivo, en la actualidad a la antigua iglesia se le conoce como templo de San José El Viejo”, expuso Álvarez.