Monseñor Nicolás Thevenin, representante del papa Francisco, destacó que en Latinoamérica tiene gran veneración la imagen de Jesús Crucificado, debido a que las personas ven reflejadas en él sus penas y dificultades, pero también sus grandes esperanzas de un mañana mejor.
La consagración se efectuó dentro de la celebración eucarística. Después de la homilía, se hizo el acto de petición formal a monseñor Thevenin, quien accedió y procedió a ungir la imagen con el santo crisma, que es una mezcla de aceite de oliva y aromas. Lo aplicó en las manos y pies de la imagen, así como en la herida del costado. La gente aplaudió agradecida y emocionada.
Al terminar la misa, fue trasladada en procesión de regreso a su templo, donde ha sido venerada por décadas, debido a que se le atribuyen múltiples milagros y prodigios, entre ellos que sudó sangre y agua en la década 1940, hecho atestiguado por muchas personas.