Decisión Libre 2015

Programas sociales deben evolucionar

La candidata presidencial de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Sandra Torres, explicó los ejes de su plan de desarrollo social, en los cuales destaca    la implementación de “programas sociales de segunda generación”, y la reestructuración de los sistemas de educación y salud pública.

Sandra Torres ha ofrecido consolidar los programas sociales de alcanzar la presidencia. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Sandra Torres ha ofrecido consolidar los programas sociales de alcanzar la presidencia. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

“Cuando hablamos de programas sociales de segunda generación hablamos del componente de productividad y temporalidad; obviamente no pueden ser eternos”, afirmó la candidata presidencial.

Expresó que los programas sociales “son solo un alivio y deben estar focalizados a la extrema pobreza”. Indicó que en el gobierno de la UNE se utilizó solo el 2 por ciento del presupuesto, que actualmente la inversión social está en 6.9 por ciento  del PIB del país y que su plan de gobierno propone que se aumente a 7.6 por ciento.

Torres expuso que el Registro Único de Beneficiarios se dejó desde el gobierno pasado y “es una herramienta que sí ayuda a transparentar”. Precisó que ese registro será público para quienes quieren fiscalizar.

Ana de Méndez, experta en desarrollo social del equipo de la UNE, aseguró que la diferencia de los programas sociales propuestos ahora es “que habrá una tercera corresponsabilidad de los beneficiarios y es la capacitación para el trabajo”.

De Méndez refirió que la idea principal es que, “a través de monitores, apoyados por extensionistas rurales, se empiecen a identificar las capacidades y fortalecer las mismas para producir más recursos”.

Son becas

Mario Leal, vicepresidenciable de la UNE, acotó que “los programas son asistencias a cambio de capacitación, que al final las podríamos llamar becas”.

“Al final, a los programas sociales se les da otro tipo de connotación, pero son becas, salen por la formación y educación de las familias”, aseguró Leal.

De Méndez expresó que “para graduar” a una familia de los programas sociales, es decir que ya no sea dependiente, deben pasar entre 10 a 15 años.

“Por ejemplo, en México,  han existido evaluaciones de impacto, y después de 10 años se dedujo que había algunas familias que ya se habían graduado, pero no eran de extrema pobreza. Aquí, como es un programa que se está tratando de rescatar, tendríamos que hacer una proyección a 10 o 15 años plazo, siempre y cuando tuviéramos la sostenibilidad del proyecto”, dijo la experta.

Salud y educación

Torres enfatizó que su plan de gobierno se basa, además, en  salud y educación.

En el primer ámbito, explicó: “Aunque se quiera que la salud sea gratuita, se deberá normar, porque hay personas que pueden pagar Q5 o Q10, pero que les saldrá más barato ir a un hospital público que a uno privado”.

Aseguró que se “deberá reformar y mejorar el sistema de salud desde el nivel uno —prevención— hasta el tercero —curación—”.

Mientras que en el segundo punto indicó que “no se puede permitir que la educación secundaria esté en manos privadas”.

Indicó que la mayoría de los jóvenes no tienen acceso a ella y que una estrategia es ejecutar y redireccionar los fondos de la cartera de  Educación.

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