El primer punto que menciona la mayoría de aspirantes a jefe del Ejecutivo es que en materia de seguridad impulsarían una reforma profunda de la Policía Nacional Civil (PNC), que se ha visto infiltrada por el crimen organizado. Incluyen en este eje la dignificación, capacitación y tecnificación de las fuerzas policiales.
También prometen el fortalecimiento de fuerzas especiales para el combate del narcotráfico, las extorsiones y el crimen organizado en general.
El tercer aspecto en que hacen énfasis se dirige a programas de prevención de la delincuencia, con aspectos sociales y educativos. Ofrecen que estos planes estarían coordinados con los ministerios de Educación y Cultura y Deportes, para promover una cultura de paz y la recuperación de valores.
El cuarto punto es la reestructuración de la Dirección General del Sistema Penitenciario, dirigida a erradicar la corrupción que facilita que los privados de libertad tengan acceso a productos y tecnología prohibida, así como resolver los problemas de hacinamiento y reubicación de reclusos.
Academia
Otro aspecto que plantean los candidatos presidenciales es la necesidad de fortalecer el área académica para formar mejores agentes policiales.
Cuestionan que el curso de formación de agentes de la PNC solo dure seis meses, por lo que hay propuestas de que el programa académico se extienda hasta cuatro años.
Apuestan a la construcción de escuelas o academias, que estarían ubicadas en regiones o áreas departamentales, para dar mejor atención a particularidades locales.
Planes
Juan Gutiérrez, del Partido de Avanzada Nacional, señala que es necesaria la descentralización de las fuerzas de seguridad y que cada departamento cuente con un equipo de agentes que rinda cuentas a los gobernadores departamentales, con lo que ya no estarían sujetos solo al Ministerio de Gobernación.
José Ángel López, de Encuentro por Guatemala, enfatiza en que se le debe dar prioridad a la carrera policial.
El programa de Manuel Baldizón, de Libertad Democrática Renovada, indica que se requiere crear un observatorio criminológico, como una instancia de asesoría del Consejo Nacional de Seguridad y la fundación de un instituto de prevención.
Candidatos como Aníbal García, presidenciable del Movimiento Nueva República, apuestan al fortalecimiento del diálogo entre los comités de vecinos y la Policía, para coordinar acciones apegadas a las necesidades de la población. “Se prevén patrullajes estratégicos”, refiere este aspirante.
Lizardo Sosa, del partido Todos, propone una mayor coordinación con el Ministerio Público, para lograr eficienciar la labor de la PNC y la Dirección de Investigación Criminológica.
En el caso de Sandra Torres, introduce la violencia intrafamiliar como un área en su plan, además de proponer cierta privatización del Sistema Penitenciario con la inclusión de alianzas público-privadas para dar en concesión el control y registro de prisiones.
Miguel Ángel Sandoval, de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca-Winaq, habla de crear centros de detención preventiva en cada departamento.
Zury Ríos, de Visión con Valores, ofrece disminuir la tasa de criminalidad en 50 por ciento en cuatro años.
La oferta de Jimmy Morales, del Frente Convergencia Nacional, es reforzar el control de armas, municiones y explosivos, mientras que Mario Estrada, de la Unidad del Cambio Nacional, propone dotar de equipo tecnológico al Ejército y la PNC, para luchar contra la delincuencia y el crimen organizado.
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