La tumba tiene dos cámaras; una estaba vacía, y en la segunda, de cuatro metros de lado por tres de profundidad, se encontraron los restos de un hombre de entre 40 a 50 años de edad, que por el tipo de residencia se asume que era importante, posiblemente un gobernante, según el arqueólogo.
Estrada-Belli refirió que en el período Preclásico los gobernantes no eran enterrados bajo las pirámides, sino bajo residencias.
Junto al cuerpo fueron halladas ocho piezas de cerámica, pero el objeto que más llama la atención es un incensario con una figura humana que tiene los ojos cerrados y un símbolo trifoliado que representa al dios del maíz.
Carbono 14
El arqueólogo dijo que después del hallazgo los huesos fueron sometidos en Guatemala a una prueba de carbono 14, y el año pasado se repitió el análisis en Estados Unidos. En ambos estudios se determinó que datan del año 350 antes de la era cristiana.
Según los arqueólogos, ese hallazgo es asombroso, ya que hasta ahora se creía que entre el 300 antes de Cristo y 325 después de Cristo los mayas solo se habían dedicado a la agricultura de subsistencia.
“Con este hallazgo vemos que ya tenían una jerarquía social, con un soberano, nobleza, artesanos y pueblo”, aseguró Estrada-Belli.
También se practicaron análisis químicos del contenido de las vasijas y se detectaron residuos microscópicos de masa de maíz y hoja de banano, así como cacao y un alimento parecido a la yuca.
El equipo continuará este año con investigaciones en el área y espera encontrar más información del origen de los mayas.