Después de la excavación, la localización de fosas comunes y la exhumación de las osamentas, hasta su identificación científica con muestras de ADN y óseas en el laboratorio de Genética Forense, los restos son entregados a las familias, lo cual lleva un periodo de seis meses, aproximadamente, dijo Carolina Ramírez Granados, coordinadora de la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala.
Agregó que el objetivo fundamental es cerrar el ciclo de duelo que embarga a los familiares de las víctimas.