En un recorrido efectuado por Prensa Libre en el área que a comienzos del 2012 fue declarada inhabitable por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres se confirmó que ya hay actividad, incluso comercial.
“El alcalde —Otto Pérez Leal— dijo que serían seis meses, máximo ocho, y ha pasado más de un año y la gente ya está desesperada”, indicó Marta Aguilar, vecina de una de las cinco colonias afectadas.
Desesperación
“La gente es miedosa y no tiene confianza en que hay un Dios de poder. Aquí tenemos agua, e incluso energía eléctrica”, expresó Laura Ruiz, una vecina que luego de pasar casi un año alquilando una casa decidió regresar.
Ruiz y seis miembros de su familia aseguran que ya no se escuchan ruidos y la tierra está firme. Además, asegura que nunca aceptó abandonar su vivienda.
Agregó: “Ese alcalde los tiene atados ahí—en los albergues—, porque no les va a dar nada. Esperando mentiras están. Aquí tenemos nuestro terreno que nos ha costado”.
Como esa vecina hay al menos 30 familias más en las cinco colonias, aunque solo en dos viviendas se cuenta con servicio de energía eléctrica. En el resto, por orden municipal, se retiró el servicio, al igual que el de agua entubada.
“El agua es de un manantial propio, y por eso no se interrumpió el suministro. Solo el agua municipal ya no llega, y aunque solicitamos no se puede conectar la luz, porque quitaron los transformadores”, narró otra vecina que quiso guardar su identidad.
“Yo fui a alquilar porque, aunque me dieron albergue, no cabíamos todos, y tampoco podía llevar mis cosas. Ya tengo dos meses de haber regresado, porque en el terreno donde alquilaba no había agua ni luz”, indicó.
“No podemos hablar más, porque después los otros vecinos —en los albergues— se molestan con nosotros”, aclaró.
Anuncian plazo
Aguilar afirmó tener conocimiento de la desesperación de muchos vecinos en los albergues y que están dispuestos a regresar a sus viviendas, pese al riesgo, si no se les ofrece en corto tiempo un lugar definitivo.
Claudia Paz, lideresa de la colonia Los Magueyes, confirmó el descontento generalizado entre los vecinos y que esperarán hasta junio. Luego, tomarán acciones.
“El alcalde vino en diciembre a hacer un miniconvivio y explicó que ha sido difícil conseguir un terreno porque la gente no se quiere ir a ningún otro lado que no sea Mixco, y era difícil porque aquí no hay. Prometió que en junio ya estarían construidas las viviendas para podernos establecer permanentemente”, recordó Paz.
Los vecinos en los albergues también señalan que se retiró la presencia policial y militar, y temen por su seguridad.