Este es uno de los beneficios que el proyecto Aerómetro ofrecerá cuando empiece a operar la primera fase, fecha que está pendiente debido a que los diputados del Congreso de la República no han aprobado el decreto para otorgar la concesión al consorcio de empresas adjudicado por la Municipalidad de Guatemala.
El proyecto está estancado en el Legislativo, pendiente de la aprobación en tercera lectura desde hace más de un año, indicó Edgar Román, coordinador de proyectos estratégicos de la alcaldía capitalina, al defender la vía de la concesión para darle mayor certeza jurídica a la inversión que se prevé.
La municipalidad firmó en enero de 2021 el contrato con Desarrollos Residenciales Victoria, Cablevia de Guatemala, Desarrollos Torino y Doppelmayr Guatemala que tendrán a cargo la concesión por 25 años, y la iniciativa 5934, presentada por la Presidencia de la República en junio, se conoció en el pleno del Congreso en octubre, pero dos años después está paralizada la aprobación.
Una alternativa para realizar el proyecto podría ser con la aprobación de la concesión por parte del Concejo Municipal, explicó Román, sin embargo, todavía no se ha considerado implementar este paso. “Completamos todos los requisitos para poner en marcha el proyecto, pero en la cancha política se estancó desde el año pasado”, comentó al considerar el impacto negativo en la competitividad que tiene el retraso.
En opinión de Julio Héctor Estrada, diputado electo por el partido Cabal, el proyecto no requiere la aprobación del Congreso, el Concejo Municipal puede darle vida con una concesión como en su oportunidad lo hizo la alcaldía de Villa Nueva para el sistema de alumbrado público, pero para el Aerómetro se tomó la decisión “más complicada”, que requiere contar con los votos favorables y ahora que nuevamente se incluya en la agenda.
La dinámica de la siguiente legislatura será compleja, anticipó Estrada, y para lo que resta del actual período no ve que exista la posibilidad de retomar la aprobación del Aerómetro. “Es un sistema que no resuelve los problemas del transporte, pero aporta”, aseguró al afirmar que si llega a votación estaría a favor.
Entretanto, los departamentos jurídicos de las alcaldías de Mixco y de la ciudad de Guatemala, están elaborando los dictámenes correspondientes, para ver la posibilidad de la aprobación del Concejo Municipal que viabilice el proyecto, indicó la concejal segunda de la alcaldía capitalina, Alessandra Galio.
Discrepan por tarifas y rutas
Honduras, El Salvador, Panamá y Guatemala esperan arrancar la construcción de una línea de teleférico, pero el proyecto de la municipalidad capitalina en conjunto con la alcaldía de Mixco y el Gobierno central es el que mayor avance en el proceso registra, y aspira a convertirse en el primero de la región.
Al respecto, el vocero de la alcaldía de Mixco, Mynor Espinoza, señaló que el reto para que funcione el Aerómetro es para los diputados actuales y los que llegarán en 2024 para la siguiente legislatura. “Poder transportar en esas góndolas, como ocurre en otros países en Latinoamérica, es una solución que esperan los vecinos del municipio”, dijo al insistir en la necesidad de que se apruebe en el Congreso y evitar más retrasos por los intereses políticos.
El trazo de la línea que se divide en la fase de Plaza España a El Trébol, y de esta estación a Molino de las Flores, la tarifa que integra con un cobro de Q4 y Q6 respectivamente, lo que trae críticas por el impacto que pueden tener para las familias.
Según Edgar Guerra, defensor de los usuarios de transporte público de la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH) establecer las tarifas es complejo debido a que el precio del pasaje del Aerómetro puede incidir en alzas de los cobros de los buses que prestan el servicio en el área. El funcionamiento y el mantenimiento del nuevo sistema es más oneroso, pero se tienen que apegar a que sean rentables y no afecten la economía de los hogares.
“Las tarifas son reales, ayudan a la sostenibilidad del proyecto y contemplan el Impuesto al Valor Agregado (IVA)”, explicó Román, al ejemplificar que la ruta completa tiene con un costo de Q10, similar al pago actual que hacen las personas por otros servicios privados en los que se movilizan.
En una investigación propia, Prensa Libre encontró que en un taxi de la compañía que utiliza taxímetro, el costo por kilómetro es de Q3.50 y Q1 por minuto recorrido, de esa cuenta una distancia de El Trébol a Molino de las Flores se indicó que podría costar entre Q70 y Q80. En el caso de un taxi rotativo, en hora pico, puede establecer una tarifa de Q50 y la APP UBER ofrece precios de Q35 en servicio de moto y Q54 en vehículo.
A la rentabilidad de las tarifas, Guerra añadió que deben incluir compensadores sociales para personas mayores o con discapacidad. Existe mucha expectativa con el proyecto, pero el transporte no debe utilizarse para negocios de empresas o para impulsar campañas políticas, agregó.
Por su parte, Rafael Valladares, investigador del Centro de Estudios Urbanos Regionales (CEUR) de la Universidad de San Carlos, opinó que la tarifa que se fijó duplica el valor del cobro que tiene ese servicio en Bolivia, por la misma cantidad de kilómetros que recorre.
Añadió que con la construcción de una central de transferencia para los buses de rutas extraurbanas se evitará que estos lleguen a los destinos actuales y las personas tendrán como opción utilizar el Aerómetro, lo que representa el pago de un pasaje adicional. También cuestionó el ahorro en el tiempo que se muestra como beneficio, porque “no es real puesto que se le suman los minutos que tomará hacer la cola para pagar y abordar las cabinas”.
Para el investigador del CEUR el modelo de teleféricos no es el más adecuado para transporte masivo de personas, y que es utilizado para salvar los accidentes geográficos —barrancos, pendientes— en las áreas donde operan.
La alcaldía aseguró que se hicieron estudios de demanda y de posibles escenarios para el funcionamiento de este servicio, y el trazo licitado fue el que ofrecía la mayor viabilidad técnica, económica y social. En otros países funcionan los teleféricos con una tasa subsidiada, pero para el caso de Guatemala, la alcaldía no puede comprometer un subsidio para el usuario porque no tiene la capacidad financiera para sostenerlo.
En impasse
El Aerómetro, sin el aval del Congreso o la aprobación del Concejo Municipal, carece de fecha definitiva para entrar en operación. En el contrato se establecen 25 años de la concesión, que ya cuenta con estimaciones de afluencia diaria que alcanzaría entre 350 mil a 375 mil pasajeros, puesto que por hora se puede movilizar hasta 5 mil 500 personas en cada uno de los sentidos de las dos líneas.
Podrán estar circulando hasta 450 cabinas con capacidad para 12 pasajeros y como resultado se prevé que se reduzca el uso de vehículos particulares, incentivando el uso del transporte público.
La Municipalidad acordó con la Dirección General de Caminos (DGC) por 30 años el uso de los derechos de vía —aire— sobre las propiedades que recorre, y en el caso de las estaciones que se construirán, la mayoría no requiere terrenos adicionales y si tendrían que comprar alguno, al final de la concesión quedan en propiedad del Estado.
Además, al concluir el plazo se establece que dejen instalados equipos modernos para entregar la operación con la mejor tecnología existente para las líneas de teleféricos, o bien se puede evaluar la continuidad de la concesión.
De la firma del acuerdo con la DGC ya transcurrieron casi cinco años, y de la aprobación en segunda lectura de la iniciativa 5934, más de dos, lo que obligó a las compañías adjudicadas posponer la contratación de personal y suspender el traslado de expertos internacionales que participarían en el proyecto.
Mientras se retoma en la agenda del pleno del Congreso la aprobación de la iniciativa, la alcaldía acude a las citaciones de los diputados que buscan información del Aerómetro, por ahora la discusión del Presupuesto para 2024, la elección de los magistrados de las Cortes y la solicitud del antejuicio contra el vicepresidente Guillermo Castillo concentran la atención a dos meses del cambio de legislatura.
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