Guatemala No Se Detiene

El “tortuoso” tramo al Atlántico desde El Rancho que depende de un préstamo que el gobierno debe enviar al Congreso

El transporte pesado viaja a 18 km por hora para dejar producto en el puerto. La expectativa para ampliar el tramo a Teculután está sobre un préstamo que lleva un año esperando que el Ejecutivo lo presente al Congreso.

|

La reducción de carriles en el paso de El Rancho hace que los traslados sean más tardados. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

La reducción de carriles en el paso de El Rancho hace que los traslados sean más tardados. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

Enviar un préstamo internacional para aprobación en el Congreso y ejecutarlo antes de que termine el primer semestre del año, podría hacer la diferencia en la travesía que los exportadores guatemaltecos deben pasar para colocar productos frescos en Estados Unidos desde Guatemala. Si el Ministerio de Finanzas prioriza ese proyecto (que asciende a US$175 millones) haría una diferencia en la ruta al Atlántico, para ampliar uno de los tramos críticos, que es desde El Rancho a Teculután.

Un equipo de Prensa Libre recorrió desde la capital hasta el puerto Santo Tomás de Castilla (Atlántico) aproximadamente 300 kilómetros a bordo de un vehículo de carga pesada, y encontró que la ruta está marcada por la falta de mantenimiento y un espacio insuficiente para la cantidad de vehículos, lo que provoca altos costos logísticos y velocidades ineficientes. La ruta CA-9 Norte es clave, porque atraviesa los departamentos de Guatemala, El Progreso, Zacapa e Izabal.

La primera problemática en esta ruta es atravesar y salir de la capital, ya que “se tienen registros de velocidades promedio que oscilan entre 7 a 9 kilómetros por hora dentro del área metropolitana, lo que representa de dos a tres horas solo para atravesar de Villa Nueva a Llano Largo”, sentencia Héctor Fajardo, director general de la Cámara de Transportistas Centroamericanos (Catransca).

Luego de atravesar este tramo, la velocidad de un camión puede aumentar ligeramente al doble, lo cual sigue siendo insuficiente. De hecho, Enrique Lacs, director ejecutivo de la Cámara Guatemalteca de Alimentos y Bebidas, indica que la velocidad de un transporte de carga pesada en el país está rondando los 18 kilómetros por hora. “Si nos ponemos a pensar en los estándares internacionales, estamos casi en el piso. Un camión debería estar por encima de los 25 a 30 kilómetros por hora para llegar de punto a punto”, añade.

Justamente, uno de los puntos críticos del trayecto es el kilómetro 84, El Rancho, en el departamento de El Progreso. A partir de este punto los carriles se reducen de cuatro a dos, es decir, uno en cada sentido, entonces “la movilidad se vuelve muy lenta porque solo se tiene un carril en cada sentido de la vía y es una ruta de alto tráfico de vehículos de transporte liviano, pesado y de pasajeros”, explica Fajardo. Este comprende la ampliación desde el kilómetro 84 en El Rancho, hasta el kilómetro 295, en el ingreso a Puerto Barrios, Izabal.

Recursos para la ampliación

Pero para que se dé esa ampliación las nuevas autoridades deben intervenir en la ruta y den seguimiento a los proyectos que ya están planteados. “La Dirección General de Caminos trabajó en los estudios de ingeniería de El Rancho hasta Mayuelas, que son aproximadamente 85 kilómetros. Sin embargo, el financiamiento es relativamente grande y (hasta la fecha) no se había contado con los recursos”, añade Delfino Mendoza, integrante de la Mesa de Infraestructura de Guatemala No Se Detiene.

Sin embargo, hay una luz al final del túnel. En enero del 2023, se aprobaron US$175 millones como crédito (provenientes de dos fuentes financieras) para la ampliación de, aproximadamente, 35 kilómetros de la CA-9 Norte, que conecta El Rancho-Teculután. Un proyecto que, en su comunicado de prensa, calificó como un “programa prioritario y estratégico para continuar la ampliación del principal corredor exportador del país”. Estiman que el impacto del proyecto “beneficiará a cerca de 25 mil 281 personas que transitan diariamente y optimizará la conectividad de 442 mil 375 habitantes de los departamentos aledaños de El Progreso y Zacapa”.

Del total del préstamo, US$75 millones serán financiados por el BID y US$100 millones por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). “Por los costos del proyecto, esa cantidad de dinero únicamente alcanza para la ampliación a cuatro carriles de El Rancho a Teculután. Cabe mencionar que el BID también solicitó hacer algunas actualizaciones al estudio de ingeniería que se tenía. Ellos han aportado algunos recursos adicionales para esa actualización del estudio”, añade Mendoza.

Un año después, este préstamo “ya tiene el dictamen de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan) y de la Junta Monetaria. La última noticia que tenemos es que se fue al Ministerio de Finanzas (Minfin), que es el canal por donde se tramita a la Secretaría General de Presidencia”, detalla Mendoza. A la fecha se encuentra en la Dirección de Crédito Público del Minfin, y requiere presentarse al Congreso de la República para su aprobación en lo que resta del 2024.

El ejecutivo considera importante que las nuevas autoridades “agilicen la gestión del préstamo, ya que solo debe trasladarse al Congreso y solicitar que en el decreto de aprobación incluyan una ampliación presupuestaria para disponer de esos recursos. Si hay voluntad política, podríamos ver en el primer semestre del año el préstamo en vigencia”.

Y si no hay voluntad y se posterga, el golpe sigue siendo para la competitividad de los exportadores. Según Lacs, el sobrecosto logístico (que puede variar de industria a industria) se ha calculado hasta en un 30%, lo que crea una desventaja ante países de producción similar.

“Al reducir la velocidad, el tiempo en carretera aumenta y así los costos que implica llevar un producto desde la fábrica hasta el puerto, lo que provoca que toda la cadena de valor pierda competitividad: el productor, el empacador y el exportador”, complementa Eddy Martínez, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport) y gerente general de DFT Agrotropic.

Esto sucede porque “el precio de venta del producto pierde valor, entonces el incremento en costos no se puede trasladar a los distribuidores de los Estados Unidos, por lo tanto, recibimos el mismo valor de venta del producto. El impacto es en el retorno hacia la empresa exportadora y por ende lo que tenemos que pagarle al productor se reduce”, reclama Martínez, dando un ejemplo que ocurre con la exportación de mango.

Los pilotos de transporte pesado sufren muchos atrasos debido a la mala infraestructura vial del interior del país y de la reducción de carriles. (Foto Prensa Libre: Carlos Hernández)

Proyectos viales críticos

Pero el tramo de El Rancho es solo el inicio de la historia. Fajardo señala que, en varios puntos de la CA-9 Norte “se tiene que transitar por poblados donde la velocidad de movilidad de los medios de transporte es muy reducida, principalmente porque se crean muchos congestionamientos de toda clase de vehículos”.

“En muchos de los lugares de paso han colocado túmulos, aún hay puentes provisionales, la mayor parte de la ruta es de un carril en cada vía, retenes de policías municipales en rutas internacionales, etc. Todo, esto ocasiona grandes congestionamientos reduciendo mucho la velocidad de desplazamiento y movilidad de los medios de transporte” indica.

Para Martínez, “Guatemala necesita cambios enormes en el corto y mediano plazo en la infraestructura de carreteras”. En este contexto, otro proyecto que busca favorecer el tránsito es el Anillo Regional C-50. Esta megaobra busca rodear el área metropolitana, “la situación aquí es que son ocho tramos, hay cuatro contratados y faltaría contratar el resto. No serviría de mucho terminar un tramo, realmente vamos a ver los beneficios en el momento que ya se pueda transitar desde Sanarate hasta Escuintla, sin pasar por la ciudad capital”.

Actualmente, la construcción del tramo 8, en Guanagazapa, es la que registra mayor avance. El proyecto se encuentra en ejecución a cargo de la empresa CIANSA, por un monto de Q590.27 millones, con un avance del 47.11% y financiero del 39.77%. Además, es el único con financiamiento asignado para el 2024. Por el contrario, tramos como el 4 en Mataquescuintla, y el 5, en El Salitre, registran apenas un 30% en avance de los estudios, sin financiamiento disponible todavía para la obra.

El Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda del gobierno de Bernardo Arévalo recibe una cartera de más de 100 proyectos, entre los cuales se encuentran los mencionados anteriormente. En esta línea, Lacs resalta que ya existen planes, análisis y diagnósticos en materia de infraestructura vial, lo que falta es “ejecutar, hacer obra. Eso es lo que todos estamos a la expectativa de que pase”.

La ruta CA-9 Norte es crítica, porque no solo conecta con los departamentos de El Progreso, Alta y Baja Verapaz, Petén, Chiquimula, Zacapa, Izabal, si no con Belice, Honduras y Aduanas con El Salvador.

Nota del editor: Se ajustó el párrafo de la nota en el que se menciona la aprobación del préstamo por US$175 millones, donde se aclara, como lo dice unos párrafos después, que los fondos provienen de dos fuentes financieras diferentes:US$75 millones del BID y US$100 millones de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).

Encuentre más de Guatemala No Se Detiene en nuestros canales de video de Prensa Libre y Guatevisión, un contenido en alianza enfocado en periodismo de soluciones.