Guatemala No Se Detiene

Opinión: La oportunidad de integrarse a las cadenas de valor de la región

Es importante que las micro y medianas empresas puedan formalizarse en Guatemala e integrarse a cadenas de valor de Centroamérica para que el país y la misma región aumenten su atractivo en el mundo de la inversión.

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Guatemala es un socio clave en términos de cadena de valor a nivel regional. (Foto Prensa Libre: Freepik)

Guatemala es un socio clave en términos de cadena de valor a nivel regional. (Foto Prensa Libre: Freepik)

Guatemala, como uno de los principales socios comerciales de los países de Centroamérica, tiene una gran oportunidad: integrarse a las cadenas de valor regional. Actualmente, somos un importante proveedor para los países de la región de insumos como empaques, envases, productos agrícolas y agroindustriales, materiales textiles que complementan sus procesos productivos y por lo tanto un socio clave en términos de cadenas de valor. La formalización e internacionalización de pequeñas y medianas empresas y la atracción de inversiones en Guatemala enfocadas a fortalecer esta complementariedad hacen que toda la región sea más resiliente y atractiva. No tenemos que pensar en competir entre nosotros sino en fortalecer las áreas en las que nuestras economías se complementan.

Hace unas semanas se realizó en Costa Rica ExpoParks, el primer evento en la región dedicado a dar a conocer la oferta de parques industriales y zonas francas en Centroamérica y República Dominicana a empresas buscando opciones para trasladar sus operaciones a países más cercanos a consumidores norteamericanos, es decir, implementar la estrategia de nearshoring. Una estrategia que está atrayendo históricos flujos de inversión a Latinoamérica, oportunidad clave para Centroamérica.

Para atraer dichas inversiones, es necesario trabajar en diferentes áreas. Por un lado, Guatemala debe generar políticas para promover y modernizar la oferta de parques industriales. Primero, porque el resto de la región nos lleva una ventaja en términos de las áreas industriales listas para que nuevas empresas inicien operaciones, así como en la especialización en industrias de mayor valor agregado. Segundo, porque siendo el vecino más cercano con México podemos aprovechar las oportunidades que ellos ya no están en la capacidad de absorber. Por otro lado, es importante fortalecer la red de proveedores locales para complementar las cadenas de valor.

Nuestra proximidad con México abre las puertas a oportunidades dado los significantes flujos de inversión por nearshoring que dicho país está generando. Guatemala puede integrarse a las cadenas de valor de manufacturas de baja y mediana complejidad para abastecer a clústeres como el automotriz, agroalimentario, dispositivos médicos, farmacéuticos y otras manufacturas livianas. También puede convertirse en el hub logístico para Norteamérica de estas industrias gracias a nuestros costos rentables de distribución.

Con Centroamérica compartimos ventajas competitivas para el nearshoring como la ubicación estratégica, la afinidad cultural con Norteamérica, costos operativos competitivos y tratados de libre comercio. Nos diferencia en alguna medida la especialización de las industrias, las cualidades de la mano de obra y las regulaciones para iniciar operaciones. Como Guatemala, nos destacamos por el tamaño del mercado, la estabilidad política y económica, la redundancia de la energía eléctrica renovable y un sector empresarial mejor organizado. Sin embargo, quienes nos ven desde el extranjero, ven una región con un marco de comercio exterior común e instituciones económicas que nos unen, ya que a nivel de población y producción somos muy pequeños si actuamos de manera individual.

De acuerdo con datos del Banco Mundial, presentados por una de las empresas líderes en servicios inmobiliarios corporativos, Centroamérica y República Dominicana representan 0.8% de la población mundial (61 millones de habitantes) y 0.4 del Producto Interno Bruto (PIB) mundial del 2022. Somos economías pequeñas, no obstante, la región destaca por reportar las cifras más altas de crecimiento económico en los últimos dos años, con 11.1% en el 2021 y 4.9% en el 2022. También sobresale por contar con una sólida estructura exportadora, en la que las exportaciones de bienes y servicios representan el 34.1% del PIB; y por la atracción de flujos de inversión extranjera que en promedio han sido 4.3% con respecto al PIB.

Esto evidencia que, como región, ofrecemos más que una ubicación estratégica para el nearshoring. Como países netamente exportadores tenemos el potencial de integrarnos a las cadenas globales de valor con productos de mayor valor agregado, en la medida que aprovechemos también la complementariedad de nuestras economías y trabajemos en conjunto en los retos que limitan que más inversión llegue a la región  como la disponibilidad de mano obra calificada, desarrollo de infraestructura productiva adecuada, regímenes de atracción de inversiones modernos y promover la digitalización y simplificación de trámites que las multinacionales deben cumplir para iniciar operaciones.

Es por ello por lo que, para aprovechar mejor la estrategia de nearshoring, Guatemala debe apostarle a desarrollar una red de proveedores para integrarse a las cadenas de valor de la región que adicionalmente ayuden a crear un ecosistema para formar nuevos clústeres en el país. Las micro, pequeñas y medianas empresas tienen una gran oportunidad de formar parte de dicha red de proveedores y así hacer crecer sus negocios o iniciar nuevos. Esto además permitirá crecer las exportaciones, atraer inversión a sectores más sofisticados y generar los más de 2.5 millones de empleos de buena calidad que necesita el país.

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