Gina Tambini, gerente del Área de Salud Familiar y Comunitaria de la Organización Mundial de la Salud, dijo durante su intervención en el acto, que “el compromiso asumido por el Gobierno contribuirá a la reducción de las tasas de mortalidad materno infantil”.
“El país ha dado el paso para trabajar de forma unificado por la salud de las mujeres y los niños”, agregó.
El marco de rendición de cuentas para la salud de las mujeres, las niñas y los niños en las Américas, es impulsado por la secretaría general de la ONU, principalmente para garantizar el cumplimiento de los objetivos del milenio 4 y 5, relacionados con la salud de las mujeres y los niños, y la equidad de género en la sociedad.
Por su parte, Mauricio Valdés, coordinador residente del Sistema de Naciones Unidas en Guatemala, señaló que el compromiso asumido por el Gobierno guatemalteco permitirá “medir con precisión” los recursos y esfuerzos que las autoridades y la sociedad civil pongan a disposición del cumplimiento de esos objetivos.
Se trata de transparentar el uso de los recursos públicos destinados a la salud reproductiva, materna y neonatal, lo cual contribuirá a tener un país más justo, basado en el cumplimiento de los derechos humanos, agregó Valdés.
Por parte del Gobierno el acuerdo fue suscrito por el ministro de Salud Pública, Jorge Villavicencio, quien aseguró que para el presidente Otto Pérez Molina, la salud materno-infantil, el combate a la desnutrición y la igualdad de las mujeres son “una prioridad”.
“Espero que al entregar cuentas en 2015, se haya cumplido con los compromisos asumidos”, indicó el funcionario.
Según cifras oficiales, 139.7 mujeres mueren por cada 100 mil nacidos vivos cada año en este país centroamericano, siendo las mujeres indígenas las más afectadas.
El 41 por ciento de los casos de mortalidad materna pudieron prevenirse de contar con servicios de salud básicos en las comunidades más apartadas y desprotegidas del país.