El terremoto del pasado 7 de noviembre dejó 44 personas muertas, muchas más heridas, y tres mil casas destruidas o dañadas.
Un autobús extraurbano que cayó en un barranco en Parramos, Chimaltenango, causó la muerte de siete personas y dejó 41 heridos, el 9 de diciembre.
Los cadáveres de los médicos Víctor Hugo Cardona y su esposa Cristina Rosalinda Maldonado, y la enfermera y empleada de estos, Concepción Aracely Pérez, fueron encontrados el 22 de enero enterrados en una casa en Olintepeque, Quetzaltenango.
Conmoción causó en Petén la muerte de Andry Yartezy Lemus Vásquez, de 7 años, cuyo cadáver fue hallado, en julio, en una vivienda de la calle Unión, de la Isla de Flores.
Diez militares perecieron al caer un helicóptero de la Fuerza Aérea Guatemalteca, en San Luis, Petén, en febrero.
Unas mil 500 familias de ocho comunidades en las faldas del Volcán de Fuego, ubicado entre Eschintla, Chimaltenango y Sacatepéquez, estuvieron en riesgo de quedar incomunicadas por material que el coloso expulsó, el 4 y 13 de septiembre.
Seis vecinos de Totonicapán murieron el 4 de octubre en un enfrentamiento con soldados y autoridades policiales, durante una protesta dirigida por la junta directiva de los 48 cantones para exigir la rebaja en la electricidad.
Juan Armando Coy Caal, 13, y Evelyn Yanira Saquil Bin, 8, fueron muertos con machete en la Escuela Oficial Mixta San Juan de la Asunción, de la colonia San Juan, Tactic, Alta Verapaz, el 12 de septiembre. El responsable, Julio Saquil Xicol, fue linchado.