García explicó: “A diferencia del uso de productos químicos, la mezcla orgánica contiene ciertos microorganismos benéficos, y por ello las raíces captan de mejor manera todos sus nutrientes y hay menos posibilidad de pérdida por lixiviación —degradación de la tierra— de los elementos que se utilizan”.
El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Alimentación (Maga) actualmente maneja un programa de agricultura con abono orgánico, el cual se prepara con broza, excremento de vaca o cerdo, melaza, levadura, arena y ceniza.
Estos elementos se dejan secar varios días y luego se mezclan y se aplican a la tierra donde se sembrará.
“A escala mundial los fertilizantes químicos tienden al alza, ya que hace 25 años un quintal valía Q30 y hoy supera los Q250 según la calidad, dijo Óscar López, del Maga.
César Rodríguez, agricultor del cantón Choqui, mostró la cosecha que obtuvo con el uso de abono orgánico.
Rodríguez sembró en su parcela remolacha, zanahoria, perejil, nabo blanco y amaranto. Además, construyó una cisterna para conservar el agua de lluvia y utilizarla para el riego de la verdura.