Roberto González, cuñado del religioso, dijo: “Desde hace cinco años mi pariente se había dedicado a ejercer como pastor en la iglesia evangélica Asamblea de Dios, en la aldea La Esperanza”.
Hermelindo García, jefe de la subestación de la PNC, indicó: “Investigamos para establecer si el ataque tiene relación con el secuestro del occiso en mayo último, en cuya ocasión se capturó a cuatro personas”.
Jorge Mario Morales, 40, quien laboraba como mecánico en un taller de Estanzuela, fue ultimado en la cabecera de Zacapa.
Además, sujetos dieron muerte a machetazos a los hermanos Bernardo y Sebastián Nájera Antón, 17 y 22 años, respectivamente, en el caserío Las Tablas, Chiquimula.
Marcelina Antón, madre de las víctimas, expresó: “Mis hijos salieron temprano a la aldea El Durazno a realizar compras. No es justo, eran personas trabajadoras y honradas”.
En tanto, el comerciante Édgar Antonio Lima García, 25, pereció baleado frente a su negocio, en Puerto San José, Escuintla.