Intensa emoción
Los integrantes de la delegación oficial esperan tener un encuentro personal con Dios.
Karina Álvarez, una de ellos, manifestó: “Ha sido una experiencia muy bonita, llena de sorpresas. La gente nos ha preparado comida típica de Brasil; son personas maravillosas. Nos preparamos para vivir un encuentro con Dios”.
Melissa Martínez, también delegada, expresó su felicidad por visitar Brasil. “Cada día sentimos más cerca la presencia de Dios, por medio de los demás peregrinos. Esperamos fortalecer nuestra fe. Además, tenemos muchas ansias de conocer al papa Francisco”, afirmó.
Lucy Reyna, otra joven participante, dijo que está segura de que el encuentro será”una experiencia maravillosa”.
Delegaciones
Jasmin Padilla, coordinadora de la delegación oficial llamada Camino a la Jornada, la cual cuenta con el reconocimiento de la Conferencia Episcopal de Guatemala, informó que 320 jóvenes de al menos 10 departamentos viajaron durante los últimos días a Río de Janeiro.
También lo hicieron casi 200 jóvenes más que pertenecen a otros movimientos y denominaciones de la iglesia Católica o por su cuenta.
Algunos tuvieron que desarrollar una serie de actividades para obtener el dinero para el viaje, y un ejemplo de ello es Isaac Pineda, de 16 años, quien radica en la zona 7 capitalina y que este viernes viajó a Brasil.
“Le doy gracias a Dios por haberme permitido participar en la Jornada Mundial de la Juventud. Vendí comida en casas, lavé carros y organicé actividades para juntar el dinero para mis gastos”, refirió Pineda, quien aseguró que la experiencia será inolvidable.
La Jornada Mundial de la Juventud es un encuentro de jóvenes de todo el mundo con el Sumo Pontífice que se celebra cada dos o tres años. La última tuvo lugar en Cádiz, España, en el 2011, y asistieron un millón y medio de participantes. La primera Jornada se desarrolló en Roma, Italia, en 1986, por iniciativa de Juan Pablo II.
El encuentro se caracteriza por la convivencia entre miles de jóvenes de diferentes culturas, etnias e idiomas.