Ante el cambio de los fármacos, algunos pacientes empezaron a sentir que su salud empeoraba y por ello reclamaron a los médicos del Seguro Social, quienes informaron que la medida se debía a acciones de amparo entabladas por los pacientes.
El caso comenzó en el 2011, con 90 demandantes. Hasta hoy, 15 han muerto a causa de distintas dolencias.
Detalle
El primer testimonio que escuchó Aguilar fue el de una mujer de 57 años, quien llegó en silla de ruedas a la sede del juzgado. La afectada indicó que padece lupus y anemia hemolítica.
“El 26 de enero del 2011 recibí una llamada de una señorita, quien me dijo que me hablaba del Bufete Abogados y Notarios Rosales Hurtado. Preguntó si tenía alguna protesta contra Molcass, que era el medicamento que me inyectaban en el IGSS”, narró.
Por teléfono le explicaron que la medicina que le proporcionaba el Seguro Social no era de buena calidad, por lo que le pidieron que probara Gramal, fabricado por el laboratorio Probiomed y distribuido en Guatemala por Droguería Panamericana.
Tiempo después la testigo dejó de recibir fármacos en el IGSS y preguntó cuál era la razón. “Me llamaron del departamento legal y afirmaron que yo había demandado a la institución. Yo negué todo”, dijo.
El abogado Rosales Hurtarte explicó por teléfono que ya acudió a la Fiscalía, pero que está dispuesto a ir al juzgado. También afirmó que entre el 2006 y 2010 laboró en el departamento jurídico del Seguro Social.
Datos
75 víctimas declararán en el Juzgado Segundo.