Guatemala

 Banda <em>22R</em> vendía autos en tres días   

Grupo denominado 22R hurtó y desarmó hasta 80 vehículos o los compraba a otras pandillas, dice MP.

Jorge Aníbal Alvarado Paredes, presunto jefe de la banda 22R que robaba vehículos, fue capturado en Siquinalá, Escuintla. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Jorge Aníbal Alvarado Paredes, presunto jefe de la banda 22R que robaba vehículos, fue capturado en Siquinalá, Escuintla. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

Integrantes de una banda de robacarros conocida como  22R tenían la facilidad para desmantelar un vehículo y  después venderlo por completo en solo tres días. En ocasiones pagaban Q5 mil por uno a otras bandas y triplicaban sus “ganancias” al negociarlo en partes.

Hoy, en el Juzgado de Mayor Riesgo C,  serán indagados 11  de 13 miembros de la estructura, investigada por el robo de unos 80 automotores en el centro y el sur del país, quienes fueron capturados en agosto último.

Escuchas telefónicas de un caso de conspiración de  asesinato que fraguaban tres integrantes de la banda el Flaco —sindicados de sicariato— con un individuo llevaron a los fiscales a dar con el paradero de Álvaro Pineda Corado, el líder de la banda.

Cuando la Fiscalía comenzó su investigación, en diciembre del 2015, descubrió  una estructura que recibía vehículos robados en la capital, Amatitlán, Villa Nueva, Antigua Guatemala, Sacatepéquez;  Puerto  San José, Escuintla; Chimaltenango, Retalhuleu y Suchitepéquez.

Sin disparos

Los sindicados no  registran un solo robo de carro a mano armada, pues eran especialistas en hurtarlos, según la investigación del Ministerio Público.

Los fiscales estaban frente a una banda cuya estrategia descubrieron después de analizar 400 sesiones telefónicas y seguimientos.

En otros casos la agrupación contó con la complicidad de tramitadores y personal de la Superintendencia de Administración Tributaria de Escuintla para legalizar la documentación de los vehículos.

La banda era dirigida, según el MP, por Pineda Corado, alias el Gordo, quien públicamente era un prestamista.

Las conversaciones entre Eswin Rolando Parada Esquivel, alias el Flaco, Juan Daniel Orellana Carrascosa y Odel Enrique Leverón Morina, sindicados por integrar una banda de sicarios, llevaron a los fiscales a lo que llaman “un hallazgo inevitable”: el de Pineda Corado.

Hasta hoy solo se han recuperado nueve vehículos de los 80 que las largas sesiones telefónicas señalan a los investigadores.

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