A Herrera Cinguense lo sindican del asesinato de dos investigadores en 2018 durante un operativo antidrogas en aquella jurisdicción. Su hermano Bani Birsayit fue condenado a 71 años de prisión por este crimen. Él fue apresado el día del hecho junto con otros tres hombres que aún esperan sentencia.
De acuerdo con la información oficial Herrera Cinguense tenía vigente una orden de aprehensión de fecha 2 de septiembre de 2019 por los delitos de asesinato, asociación ilícita, robo agravado y atentado con agravación específica. El sujeto arrestado será puesto a disposición del Juzgado de Mayor Riesgo Grupo C.
La aprehensión de Herrera ocurrió este domingo 28 de agosto a eso de las 19 horas a un costado de una iglesia evangélica de la aldea Tecojate, en el municipio de Nueva Concepción, Escuintla.
La acusación oficial da cuenta que el 1 de junio del 2018, en las Trochas 1, calle 11 del municipio de Nueva Concepción, fueron emboscados y acribillados los agentes de la PNC adscritos a la Subdirección General de Análisis e Información Antinarcótica (Sgaia), César Amílcar Rodríguez Quich, de 38 años; y Jesús Alexander Díaz Grijalva, de 34.
¿Qué ocurrió?
De acuerdo con el Ministerio Público (MP) Bani Birsayit Herrera Ciguence fue condenado a 71 años en noviembre de 2020. La sentencia fue dictada por el Tribunal de Mayor Riesgo “E” por asociación ilícita; asesinato de dos personas; atentado con agravaciones específicas; portación ilegal de armas de fuego de uso civil y/o deportivasy robo agravado.
La fiscalía probó ante el tribunal que los hechos fueron cometidos por Herrera Ciguence el 1 de junio de 2018 en jurisdicción de Las Trochas 1, Nueva Concepción, Escuintla.
Ese día el acusado junto a otras personas – pendientes de enfrentar proceso -, interceptaron el paso a un equipo de investigación antinarcótica que se encontraba en el área dando seguimiento a una denuncia relacionada con traslado de droga, a quienes les dispararon, según el MP.
En el lugar murieron Díaz Grijalva y Rodríguez Quich. Tras el ataque, otros agentes lograron su aprehensión y la de tres personas más de forma flagrante, incautándoseles dos fusiles, tres pistolas y una escopeta.
Luego de esto los llevaron ante un juez de Santa Lucía Cotzumalguapa, quien a pesar de existir suficientes pruebas los liberó y declaró la clausura provisional del proceso.
La fiscalía logró revertir la resolución por medio de una apelación y el caso fue elevado a una judicatura de Mayor Riesgo.