La impugnación se presentó con el objetivo de quitar potestad al Tribunal de Honor de los colegios profesionales debido a que estos no tienen competencia para conocer casos de negligencia, la ineficiencia, incompetencia, mala práctica de los profesionales; las cuales son funciones que le corresponden exclusivamente a los tribunales de justicia conocerlas y no deben ser juzgadas en un Tribunal de Honor.
También consideran que no es posible que un profesional sea juzgado en dos tribunales, porque en uno puede salir inocente y en otro culpable.