Según la investigación, ese grupo criminal exigía cada lunes a los empresarios Q10 mil, y de martes a domingo, Q1 mil, a cambio de no matar a pilotos.
Los hechos ocurrieron en el 2009. Las órdenes se daban desde la cárcel para hombres de la zona 18, y su cabecilla era José Otoniel Pérez, quien guarda prisión por hechos similares.