Osorio fue testigo en el juicio del militar retirado Jorge Sosa, acusado de no revelar su papel en la masacre de más de 160 personas en Dos Erres al hacer su solicitud de ciudadanía estadounidense.
Osorio dijo que después que se llevaron a su madre de una iglesia donde estaban encerrados mujeres y niños, lloró hasta quedarse dormido. Cuando despertó, quedaba apenas un puñado de niños.
Si Sosa es hallado culpable, podría ser despojado de su ciudadanía estadounidense y sería sentenciado a hasta 15 años de cárcel. Su abogado Shashi Kewalramani dice que Sosa sí le dijo a las autoridades estadounidense sobre su participación en las fuerzas armadas guatemaltecas cuando solicitó el asilo, mucho antes de ser ciudadano de este país.
Gilberto Jordán, quien era sargento en ese entonces, narró el pasado miércoles cómo los soldados tiraron a la gente al pozo y que Sosa, para asegurarse de que nadie quedara vivo, disparó su arma contra el pozo y lanzó una granada. “Los que estaban allí, medio muertos, gritaban todos”, dijo Jordán.
El jueves, el soldado César Franco Ibáñez, relató que Sosa ordenó a los soldados a su cargo tirar personas al pozo para demostrar su lealtad al grupo, además confirmó que fue testigo de violaciones en el área.