Al mexicano se le acusa de conspiración y tiene seis cargos por distribuir cocaína en Estados Unidos. Agentes de la Administración para el Control de Drogas del Departamento de Justicia de EE. UU., lo recibieron en la Fuerza Aérea.
Rivera Amarillas tiene un amplio historial al margen de la ley en México, de acuerdo con una publicación de la revista mexicana Proceso.
El presunto capo es la primera persona extraditada del año. El operativo comenzó a las 6 horas de este viernes. El extraditado estaba recluido en el Centro de Reinstauración Constitucional (Pavoncito).
Rivera Amarillas estaba detenido en ese penal desde el 12 de octubre del 2016, por el delito de conspiración para distribuir cinco kilos o más de cocaína.
En el 2016 fueron 15 personas las extraditadas, en 2015 enviaron a nueve y en 2014 trasladaron a 16 personas a EE. UU.
Frontera del narco
En 1999, la policía municipal de Mexicali, Baja California, lo detuvo, pero quedó en libertad días después, al no comprobarse las acusaciones.
En diciembre del 2004, en Culiacán, Sinaloa, Gilberto Rivera y sus hijos Jesús Gilberto Rivera Beltrán, de 17 años, y Édgar, de 15, sufrieron un ataque a balazos, pero sólo él sobrevivió.
Según la publicación, Tio Gil, desde hace varios años vivía en la frontera sur moviéndose en ambos países, México y Guatemala, donde controlaba la seguridad de sus operaciones y evitaba que otros grupos de criminales se metieran a su plaza.
Tio Gil presuntamente integra el Cártel de Sinaloa, que opera en Chiapas, liderado por el ya extraditado desde México, Joaquín “el Chapo”, Guzmán.
Información de otro medio revela que Rivera Amarillas era el hombre de “plena confianza” de el Chapo, para la frontera sur de México.
Tenía el control de Comitán, Tuxtla Gutiérrez, Ocosingo y Palenque, en México, mientras que en Guatemala ejercía autoridad en áreas de Petén.