Los investigadores no pudieron establecer desde cuándo estaría en el lugar el armamento ofensivo, el cual es de uso exclusivo del Ejército.
La Policía supone que el armamento estuvo en manos de algún grupo del crimen organizado y que fue dejado ahí para esconderlo de las autoridades.
Explicaron que las tolvas tienen algún óxido, lo que les hace suponer que pudieron haber sido sacadas de algún buzón.
El vocero del Ejército de Guatemala, coronel Ismael Cifuentes, restó posibilidades de que las armas halladas sean fusiles que pertenecen al Ejército, debido a que hacen revisiones constantes; sin embargo, se pedirá una revisión del arsenal, además de colaborar con las autoridades para la investigación.
ROBO DE ARMAS
La última denuncia pública sobre robo de fusiles o municiones para los mismos fue puesta el 29 de diciembre del 2011 por la Guardia de Honor ante el Tribunal Militar, por la desaparición de más de siete mil cartuchos de fusil Galil.
Una investigación de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig) determinó en el 2010 que de julio del 2007 a enero del 2008 fueron sustraídos de la Brigada Mariscal Zavala —la mayor base militar del país—, 554 fusiles Galil calibre 5.56 mm, de los cuales gran parte estaría en poder del cartel de narcotráfico los Zetas y otros grupos criminales.