Justicia

Gobernación utiliza tecnología biométrica para identificar a privados de libertad y detectar suplantaciones en cárceles

En el 2022 se presentó una denuncia en el Ministerio Público acerca de la suplantación de dos peligrosos pandilleros del Barrio 18 que estaban presos en Fraijanes II.

De esta cárcel escaparon dos peligrosos pandilleros del Barrio 18 desde hace al menos cuatro años. A la fecha se desconoce su paradero. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL- Mingob).

De esta cárcel escaparon dos peligrosos pandilleros del Barrio 18 desde hace al menos cuatro años. A la fecha se desconoce su paradero. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL- Mingob).

Desde que tomó posesión Francisco Jiménez como ministro de Gobernación, el pasado 15 de enero, las fuerzas de seguridad han efectuado cuatro requisas en las principales cárceles del país, con el objetivo de contrarrestar las extorsiones y hacer un conteo de los privados de libertad.

El jueves recién pasado, 800 agentes de la Policía Nacional Civil y cien de la élite del Sistema Penitenciario participaron en una requisa en la cárcel de El Boquerón, Cuilapa, Santa Rosa. Los efectivos llevan lectores biométricos MI3 para confirmar la identidad de los reclusos.

Jiménez explicó que en cada uno de los registros se hace un conteo de reos, a fin de saber quiénes son, corroborar identidades y evitar errores al momento de intentar ubicarlos, sobre todo para confirmar que están cumpliendo las condenas correspondientes.

El ministro aseguró que necesitan saber “quiénes están dentro de los centros de privación de libertad del Sistema Penitenciario” porque descubrieron que hay personas con nombre cambiado. “Dicen ser uno, pero resulta que son otro”, enfatizó.

El funcionario expuso que este es el primer paso para levantar un censo entre los 21 reclusorios del país, a fin de poner orden.

El Smoking y el Duende

Un caso denunciado en el Ministerio Público (MP) en el 2022 confirma lo expuesto por  el ministro de Gobernación. Es el de los pandilleros Rudy Augusto Ortiz Morales, alias el Smoking, y Wilfredo Leonidas Hernández Barrios, alias el Duende o Carraca.

Se cree que estos dos miembros de la pandilla Barrio 18   se fugaron de la cárcel Fraijanes II desde el 2020. Nadie sabe cómo, pero la teoría de la PNC y del MP  es que contaron con el respaldo de trabajadores de Presidios.

Ortiz pertenece a la Rueda del Barrio 18 y dirigía  operaciones en la  capital, mientras que Hernández es líder de la clica Solo para Locos del Barrio 18 y tenía el control de Quetzaltenango y Retalhuleu.

Desde el 27 de mayo del 2022, el MP tiene en su poder una denuncia   presentada por la Dirección General del Sistema Penitenciario respecto de la fuga de esos dos privados de libertad,   quienes eran suplantados por los pandilleros Héctor Alfonso Quinteros Martínez y Aníbal Gerardo Coronado Morales.

El caso

En mayo de 2023 se dio la voz de alarma de que fue hallado muerto  un miembro de la Rueda del Barrio y los prisioneros alertaron de que se trataba de Ortiz Morales.

Al ser este  un peligroso pandillero que cumplía   condena por asesinato y extorsiones,  investigadores de la PNC y del MP se movilizaron para corroborar el hecho y determinar cómo ocurrió la muerte.

Personal del Departamento de Delitos contra la Vida, de la PNC, se presentó en Fraijanes II para verificar. Ese día —16 de mayo—, en teoría, fue encontrado sin vida un reo que cumplía una condena de más de 30 años por asesinato y extorsión.

Luego del análisis con un lector biométrico MI3, se determinó que el cadáver no correspondía al de Ortiz, sino a otro privado de libertad vinculado también con el Barrio 18.

 

El cadáver era de Quinteros Martínez, de 41 años, otro pandillero que guardaba prisión en el lugar y  se desconocen hasta ahora las causas. Las pesquisas determinaron que desde un año antes la dirección del SP había denunciado la posible fuga de Ortiz.

El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) confirmó que quien usurpaba la identidad y celda de Ortiz murió por asfixia por ahorcadura. “Se suicidó”, dijeron las autoridades, pero el caso sigue en investigación.

Pero ese mismo día surgieron más dudas. Se hizo un conteo de  reclusos y hubo inconsistencias con otro de ellos. Al intentar hablar con el supuesto reo Hernández Barrios —el Duende—, se resistió a hacerlo, por lo que  de nuevo los agentes utilizaron el lector biométrico MI3.

Corado Morales,   22, era quien, en la cárcel de Génova Costa Cuca, Quetzaltenango, suplantaba a Hernández Barrios.

Hasta ahora se desconoce si ambos pandilleros salieron de la prisión al mismo tiempo y también se desconoce su paradero.

El lector

El   MI3 es un lector biométrico que permite identificar a las personas por medio de la comparación de huellas en registro de dependencias gubernamentales como la PNC, el Registro Nacional de las Personas y el Instituto Guatemalteco de Migración.

En el 2016, la PNC, con  apoyo de la cooperación internacional, a través de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, obtuvo 90 dispositivos móviles. A la fecha ya cuentan con 140 en todo el país.

“El dispositivo móvil de identificación es un aparato biométrico que nos permite la identificación para la individualización de las personas a distancia, en desastres y operativos policiales”, explicó el portavoz de la institución policial, Edwin Monroy.

Con este aparato, agregó, se logra, en forma científica, conocer la identidad de las personas en cuestión de segundos.

“El MI3 es el identificador de huellas, donde se establece la verdadera identidad de las personas y permite saber si tienen o no antecedentes u orden de aprehensión”, recalcó.

Hacinamiento

Un informe  publicado en el 2022 por el Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (Cien) revela que Guatemala tiene la tasa más alta de hacinamiento en las cárceles de América Latina, con 363%, por encima de Bolivia, que llega al 264%.

El top diez de las cárceles con mayor hacinamiento lo encabeza la Granja Modelo de Rehabilitación Canadá, ubicada en Escuintla, según un informe del Sistema Penitenciario (SP) al 8 de agosto de 2023.

La capacidad de esta es para 600 privados de libertad y en ella cumplen condena 3 mil 121 hombres. Esto significa un 420 por ciento más de su capacidad.

Por debajo de esta está la Granja Modelo de Rehabilitación Penal Pavón, ubicada en Fraijanes, Guatemala, según un reporte del SP al cual tuvo acceso Prensa Libre. 

En ese lugar, hay 4 mil 673 privados de libertad, cuya mayoría cumple condenas por diversos delitos. La capacidad de esa prisión, según las autoridades, es de 960 reclusos, lo que representa un hacinamiento del 387 por ciento.

La tercera cárcel con más hacinamiento es la de Mazatenango, Suchitepéquez en donde una infraestructura adecuada para 120 reclusos ahora alberga a 507 personas. En esta cárcel las denuncias por cobros para tener un espacio han aumentado año con año. El hacinamiento es del 323 por ciento. 

Más al respecto en esta nota: ¿Cuáles son las cárceles de Guatemala con más hacinamiento en la actualidad?

ESCRITO POR:

Raúl Barreno Castillo

Periodista de Prensa Libre especializado en temas de seguridad y justicia con 25 años de experiencia.