La investigación del Ministerio Público (MP) detalla que, el 7 de abril de 2014, Domínguez López estaba en su oficina, recibió una llamada telefónica que lo puso nervioso y salió apresuradamente. Un día después fue hallado muerto.
Mediante un fotograma los fiscales determinaron que el chef salió de su restaurante, ubicado en la zona 10, y transitó por una calle de tierra sin desviarse a ninguna parte.
Posteriormente fue localizado atado, con los ojos vendados y con un disparo en la cabeza.
En el lugar del crimen las autoridades hallaron indicios balísticos los cuales, después de ser analizados en el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), coincidieron con dos hechos más.
El arma pertenecía a Santos Monterroso, lo que utilizó la Fiscalía para relacionarlo con el crimen.
Santos Monterroso había sido absuelto en el primer juicio, pero una sala de Apelaciones anuló la sentencia y ordenó el segundo juicio.
Sin reporte de robo
Luego de las averiguaciones el MP confirmó que el arma de fuego no tenía reporte de robo y que el propietario vivía cerca del lugar donde fue localizado el cadáver de Domínguez López.
Durante el ofrecimiento de pruebas la fiscalía logró convencer al Tribunal sobre la concatenación de los medios de prueba y la vinculación del sentenciado.