La importación ingresó procedente de Francia, y venía dirigida a una empresa ubicada en San José Pinula que, según las autoridades, no existe.
Lo incautado son 15 frascos de 25 gramos, cinco tambos de 10 kilogramos y dos tambos de 25 kg cada uno.
Nuevas rutas
Mauricio López, ministro de Gobernación, dijo en conferencia de prensa que ese decomiso les hizo ver que los carteles usan rutas que para las autoridades son inusuales.
Agregó que no es común que venga droga de Europa, sino que siempre ha sido lo contrario. Eso lo descubrieron con el decomiso de alcaloides que se efectuó en el aeropuerto el sábado último, donde incautaron 891 libras de cocaína en un vuelo proveniente de Ecuador.
“Esto nos obliga a hacer una retrologística, o sea, ir hacia atrás para conocer la ruta del producto, qué puertos tocó y dónde pudo haber sido cargado”, explicó López.
Aseguró que la incautación fue el resultado de una nueva metodología de análisis de riesgos que comenzaron a poner en funcionamiento hace algunas semanas.
Eso implica inspecciones, que analicen la información que les dotan otros países y rastreo en las empresas navieras, dijo.
El funcionario mencionó que los carteles del narcotráfico pueden enviar la droga en embarcaciones clandestinas, pero han comenzado a utilizar transportes legales, y Guatemala es solo un puente.
Aún así, indicó que les falta esclarecer qué carteles son los que utilizan las embarcaciones y el transporte aéreo para trasladar los estupefacientes.
El más grande
Este es el decomiso más grande de los últimos años. La última incautación fue en el 2008, cuando se decomisaron 21 libras de heroína.
Según los investigadores, los carteles tienen gente que conoce de química y solo necesitan pequeños laboratorios para transformar la droga.