La investigación del Ministerio Público estableció que Illescas Cruz se hacía pasar como bombero, instructor de natación y entrenador de futbol, en especial buscaba a madres solteras, a quienes cobraba Q50 semanales por el supuesto entrenamiento de sus hijos.
Se ganaba la confianza de las madres al ofrecer que cuidaría y entrenaría a sus hijos, y se llevaba a los pequeños, en su mayoría menores de 10 años, a practicar el deporte en que decía que era experto, pero su objetivo era abusar de sus víctimas.
Según el MP, esos abusos ocurrieron entre el 2010 y a principios del 2012.
Los pequeños reciben ayuda sicológica y no se descarta que existan más casos.
El 30 de abril del 2012, Illescas Cruz recibió la primera condena a 55 años de prisión, por agresión sexual contra cuatro niños. Después la pena fue aumentada a 63 años, en el Tribunal Séptimo Penal.
En esa ocasión fue condenado por agresión sexual, violación, exhibicionismo, distribución de material pornográfico y al pago de Q300 mil.