Los grupos, aunque están estructurados, no tienen la organización, por ejemplo, de los Sierra o Agosto Negro, explicó Estrada.
La reestructuración después de la fuga del penal de varios integrantes de la banda los Falsos Pastores originó ocho secuestros más a finales del 2015, ejemplificó la fuente.
La mutación
Las estructuras anteriores contaban con información detallada de la víctima, conocimiento de la logística policial, vehículos propios, el grupo estaba al mando de un líder y a su disposición había una red que aportaba información de la víctima elegida.
Esas bandas, detalló Estrada, actuaban con fases bien definidas: información, interceptación, traslado, cautiverio, negociación, pago y liberación.
De acuerdo con datos de la mesa técnica, presidida por el Ministerio de Gobernación, se tienen 26 casos de secuestros.
“Aumentaron en la modalidad de secuestros emergentes, y estos se caracterizan por ser responsabilidad de personas individuales, entre ellos familiares y delincuentes comunes”, explicó el ministro de Gobernación, Francisco Rivas.
Las víctimas
La mayoría de los secuestros ocurren por lo general en la provincia. En la capital predominan las “simulaciones”, afirmó el Fiscal, quien añadió que en varios casos el perfil de la víctima ha cambiado, como su posición económica.
Las bandas organizadas de años atrás perpetraban secuestros de personas con capacidades económicas muy altas.
“En la actualidad, las víctimas —en su mayoría— son de clase media baja y baja”, subrayó.
Los plagiados suelen ser, en su orden, adultos varones, mujeres, adolescentes y, en menor cantidad, niños.
Graduaciones
Las tareas de la unidad antisecuestros aumentan en esta época del año, con la llegada de las graduaciones académicas.
La Fiscalía tiene la obligación de investigar si se trata de un secuestro o una simulación en todos los casos, aclaró Estrada.
Sin embargo, son varios los casos de alerta que reciben de adolescentes que “desaparecen” después de las graduaciones.
En ocasiones, dijo el funcionario, se trata de jóvenes que querían ir a un paseo o una fiesta especial, pero se les negó el permiso y entonces simularon un secuestro.
La investigación se realiza de igual manera en todos los casos.En abril pasado, un informe publicado por el Departamento de Estado de Estados Unidos denunció la implicación del Ejército de Guatemala y la Policía en esos delitos.