Según explicó Cermeño Espina a la Prensa, Ávila Mazariegos lo amenazó de muerte por las declaraciones que dio a periodistas el día anterior.
También dijo que sufre de acoso en la celda asignada a ambos, en la cárcel de la brigada militar Mariscal Zavala.
“Luego de entrar a la sala de audiencias busqué el lugar que he usado para sentarme todos los días. Como él —Ávila Mazariegos— estaba en el camino, le pedí permiso para pasar. Él se levantó y me dijo que yo estaba hablando mucho y me amenazó de muerte”, afirmó Cermeño Espina, entre sollozos.
Después de haber escuchado la amenaza, Cermeño Espina le dio a Ávila Mazariegos un cabezazo en la cara, y con las manos esposadas le golpeó la boca.
Al ver lo ocurrido, los guardias de Presidios que trasladaron a los imputados tomaron a Cermeño Espina y lo metieron a la carceleta de la judicatura y llevaron a Ávila Mazariegos a un pasillo, para que fuera evaluado.
El diagnóstico del médico Pedro Adolfo Ciani refiere que Ávila Mazariegos posiblemente tiene una fractura en la nariz y que a causa del golpe en la boca también se le quebró un diente.
Ciani recomendó que el imputado fuera trasladado a un hospital, para que se le hiciera una radiografía, con la cual se determinará la gravedad de las heridas Ávila Mazariegos le dijo al juez Miguel Ángel Gálvez, encargado del proceso, que sentía un dolor intenso en la cabeza.
“Me siento mal por el dolor. Además, me duele la boca y solo veo luces”, explicó.
Gálvez ordenó al Sistema Penitenciario (SP) que separe a Cermeño Espina y Ávila Mazariegos, para evitar que se vuelva a dar una agresión verbal o física entre ambos.
Declaran
El Ministerio Público concluyó ayer con la imputación en contra de los presuntos miembros de la estructura que negociaba traslados de reos, supuestamente dirigida por Lima Oliva, así como por los reclusos que pagaron para ser cambiados del Preventivo de la zona 18 a Pavoncito.
Lima Oliva es señalado por delitos de asociación ilícita, tráfico de influencias, lavado de dinero y uso de terminales móviles en centros carcelarios —celulares—.
A Cermeño Espina y a Ávila Mazariegos se les señala de asociación ilícita y tráfico de influencias.
A Édgar Camargo, exdirector del SP, señalado de integrar la red, se le imputan asociación ilícita, cohecho pasivo —recibir dinero para no cumplir sus funciones— y lavado de dinero.
Juan Fernando de León Amézquita y los hermanos Silverio Otto Guillermo y Édgar Enrique Chicas de León son investigados por uso de terminales móviles en centros carcelarios y cohecho activo —dar dinero a funcionarios para que no cumplan con sus obligaciones—.
Andy Arbizú Castillo es señalado por cohecho activo. Martín Arévalo es imputado por lavado de dinero y asociación ilícita. Cristian Picón Cifuentes es investigado por lavado de dinero, y Edy Fisher, ex subdirector del SP, es sindicado por incumplimiento de deberes.
En horas de la tarde, Gálvez comenzó a escuchar las declaraciones de los señalados de integrar la red.
Lima Oliva dijo que puede hablar hasta por 24 horas, por lo cual se aplazó su declaración para hoy en la mañana.
Cermeño Espina no tiene abogado defensor, ya que el que tenía renunció al caso ayer. Será escuchado después del militar.
Picón Cifuentes, señalado como testaferro del capitán, expresó que este le pidió asesoría para la cooperativa Torre Fuerte, que funciona en Pavoncito, así como para el salón B Fashion.
Arbizú Castillo y uno de los hermanos Chicas de León aseguraron que nunca pidieron ser trasladados de cárcel; solo les notificaron el cambio.