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Narcoaviones dejan de aterrizar en Guatemala

Mindef lo atribuye al despliegue estratégico del ejército. Expertos lo atribuyen a la colaboración de EE.UU., que obligó a los carteles a tomar rutas por el océano.

Narcotraficantes tendrían nuevas rutas por el océano para trasladar droga a Estados Unidos.(Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

En cuatro años, el Ejército y la Policía Nacional Civil (PNC) han localizado 71 narcoaviones en diferentes regiones, aunque las cifras disminuyeron considerablemente en el 2023, según información del Ministerio de la Defensa (Mindef). Mientras que las autoridades lo atribuyen al despliegue de más fuerza militar, expertos en seguridad consideran que los grupos del narcotráfico solo tomaron rutas terrestres y marítimas.

Según los datos del Mindef, en el 2020 se localizaron 39 narcoaviones en diferentes departamentos, principalmente en Petén. En el 2021 fueron 20; en el 2022, 9, y el año pasado, tres. En lo que va del 2024, ninguna.

Narcopistas

Las estadísticas de esa dependencia también revelan que entre el 2020 y el 2023 se localizaron 129 pistas clandestinas que fueron utilizadas por los carteles del narcotráfico. En el 2023 se hallaron 12, comparadas con las 36 del 2020 en diferentes regiones.

Para el vocero del Ejército, Rubén Téllez, las incautaciones de narcoaviones y localización de pistas clandestinas disminuyeron considerablemente, debido al despliegue de la fuerza militar terrestre y aérea.

“Este año no han aterrizado aeronaves ilícitas en territorio nacional y tampoco se han realizado operaciones de inhabilitación de pistas”, afirmó.

Téllez agregó: “Hay factores que contribuyen, como la presencia constante de unidades de tierra en pistas y posibles pistas, así como el fortalecimiento de la Fuerza Aérea Guatemalteca con helicópteros que permiten llegar a donde aterrizan los narcoaviones”.

Según Téllez, otra de las situaciones que se han observado es que, en comparación con años anteriores, ya no es usual encontrar obstáculos en las rutas para impedir que las fuerzas terrestres lleguen al lugar donde aterrizan las aeronaves, aunque dijo desconocer las causas.

Colaboración

Para el investigador independiente en temas de seguridad Federico Reyes, esas cifras pueden reflejar la colaboración de Estados Unidos con los últimos gobiernos para desmantelar las estructuras criminales, si se toma en cuenta que durante el 2023 también fueron detenidas y extraditadas 25 personas por delitos de narcotráfico, según las acusaciones del gobierno estadounidense.

“Pueden ser las investigaciones conjuntas y sobre todo el interés del Gobierno de Estados Unidos para darle seguimiento e identificar de dónde provienen los carteles y la relación que tienen con grupos criminales en Guatemala”, explicó.

Otro de los factores, según Reyes, es que los grupos de narcotraficantes son “innovadores” y buscan estrategias constantemente para transportar la droga y pasar desapercibidos ante las autoridades.

“El análisis microscópico de lo incautado ayudaría a identificar la pureza y procedencia de la droga. Muchas veces se presta atención a la cantidad y no a la calidad. Esto no demerita las acciones, solamente que puede incidir en que estén usando otros medios para transportarla”, afirmó Reyes.

Inversión

Agentes policiales comentaron que los narcotraficantes invierten millones de dólares para el desarrollo de tecnología y prefieren usar el mar para trasladar cocaína desde América del Sur hacia Estados Unidos.

Los expertos señalaron que eso lo pueden hacer por medio de lanchas rápidas modificadas, buques cargueros, barcos privados y pesqueros, así como sumergibles, que pueden tener un costo de US$2 millones.

Aeronaves

En el 2023 solo aterrizaron tres narcoaviones en el país. El primero fue detectado en La Reformita, Ixcán, Quiché. El 18 de febrero, en la comunidad Nuevo Amanecer, San Andrés, Petén, y un tercero el 4 de marzo en el caserío El Colorado, Sayaxché, también en dicho departamento.

ESCRITO POR:

José Manuel Patzán

Periodista de Prensa Libre especializado en temas de seguridad, con 18 años de experiencia en periodismo escrito, radial y televisivo. Reconocido con el premio Periodista del Año de Prensa Libre en 2016.