Los detectives Benjamín Jiménez Martín, Byron Iván González López, Breyner Orozco Fuentes y Juan Pablo Suhul Lapoyeu se movilizaron, el 1 de marzo del 2012, de Quetzaltenango, donde estaban asignados, a Santa Ana Huista, Huehuetenango, para hacer el intercambio.
Supuestamente, los agentes simularon que entregaban los estupefacientes y se quedaron con el pago. La persona a quien los policías habrían robado el dinero ordenó a sus empleados que los alcanzaran y regresaran al lugar de la transacción, y después no se supo más de ellos.
Testigos denunciaron en el MP el hecho e indicaron que se trataba de un secuestro.
Borró evidencia
A Castillo Recinos se le acusa de desaparición forzada, pues se cree que recibió instrucciones del afectado por robo para que hiciera desaparecer los indicios de violencia.
Los empleados dispararon contra el vehículo en que se transportaban los investigadores y habrían destruido una llanta. Cuando los fiscales llegaron al lugar no encontraron rastros.
|LEA TAMBIÉN: Agentes llevan 118 días desaparecidos |
Los hechos
La planificación del supuesto robo de dinero se determina, según la Fiscalía, por las llamadas telefónicas que Overner Alfaro sostuvo con Benjamín Jiménez.
El 1 de marzo del 2012, cuando fueron vistos por última vez los agentes, Alfaro y Jiménez se comunicaron 21 veces por teléfono, según el registro de llamadas.
El próximo 20 de febrero, el juez dará a conocer el fallo.