Justicia

Violadores sexuales en taxi se mudan de área en la que cometen sus delitos: Estas son las señales que utilizan

Sucesos han ocurrido a plena luz del día en la zona 5 capitalina, Villa Nueva y San Pedro Ayampuc, sin que se reporten capturas.

Los abusos sexuales en taxis que cubren la ruta a San Juan Sacatepéquez cesaron, según la PNC, pero ahora se han reportado en Villa Nueva y San Pedro Ayampuc. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Los abusos sexuales en taxis que cubren la ruta a San Juan Sacatepéquez cesaron, según la PNC, pero ahora se han reportado en Villa Nueva y San Pedro Ayampuc. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Si bien dejaron de reportarse abusos sexuales cometidos por supuestos taxistas contra mujeres en San Juan Sacatepéquez, el problema se trasladó a sectores de la capital, Villa Nueva y San Pedro Ayampuc, informa la Policía Nacional Civil (PNC), aunque poco se sabe de capturas, a pesar de que, según el Ministerio Público (MP), se han efectuado investigaciones.

Han pasado 15 días desde que Susana, de 27 años, salió de su vivienda en la zona 18 de la capital hacia su trabajo en una fábrica de la zona 5. A falta de transporte público directo, debe abordar taxis colectivos, y ese día, debido a un retraso, prefirió pagar por un servicio individual, sin imaginar que viviría una de las peores pesadillas.

A mitad del trayecto, el conductor se desvió y a punta de pistola abusó de ella. Como muchas de las víctimas, Susana acudió al MP para buscar justicia y denunció lo sucedido.

A pesar de que, según la PNC, los reportes de abuso sexual se detuvieron en San Juan Sacatepéquez, no tienen registros de personas capturadas relacionadas con al menos 25 casos que se conocieron en el 2022, en los cuales los agresores dormían con alguna sustancia a las víctimas cuando abordaban las unidades. Estos hechos ocurrieron a lo largo de la calzada San Juan y posteriormente las mujeres eran abandonadas en sitios baldíos, principalmente de Ciudad Quetzal.

Claudia Hernández, directora de la Fundación Sobrevivientes, comenta que continúan estas fechorías por parte de taxistas que aprovechan la ausencia de seguridad en ciertas áreas.

Lenguaje criminal

Según Hernández, algunas víctimas han relatado que los agresores suben al taxi y mediante movimientos de cabeza u otras señales se ponen de acuerdo para que el conductor se desvíe de la ruta para luego asaltar a los pasajeros o, en el peor de los casos, abusar de las mujeres.

“Es un tema complicado porque no hay regulación sobre los taxis. Sabemos que la mayoría son pirata, sabemos de más casos donde los pilotos están en contacto con otros sujetos y cuando una mujer sube a la unidad los contactan para que más adelante aborden, haciéndose pasar por pasajeros”, revela.

El problema, señala Hernández, es que muchas víctimas no acuden al MP para denunciar, pues no pudieron identificar el número de taxi, ya que no están rotulados. Solo unas pocas toman valor para denunciar lo sucedido en las redes sociales.

“Estas denuncias no las atienden las autoridades competentes. Sí es importante que las municipalidades, en conjunto con la PNC, pongan puestos de control para identificar que los taxistas estén registrados e identificar si incurren en delitos o tienen órdenes de captura”, recomendó.

La directora de la Fundación Sobrevivientes refiere que es difícil identificar si se trata de estructuras criminales, casos aislados o pequeños grupos que se ponen de acuerdo para cometer los abusos.

Focos de violencia

Paula Barrios, integrante de la organización Transformando Mujeres, explica que han conocido testimonios de nuevas víctimas sin que se vea una solución al problema, el cual se originó por la falta de transporte público en sectores capitalinos y porque el servicio del Transmetro no es suficiente.

“Es un tema urgente a tratar y regular por parte del MP y del Organismo Judicial”, recalca Barrios, quien apela a que exista un control sobre los taxis, pues asegura que el peligro no es solo para las mujeres. Muchos hombres han sido víctimas de secuestros exprés.

“Preocupa la falta de respuesta del Estado para investigar y generar capturas. Es importante que se creen campañas para informar de los modos de operar de los taxistas, porque la impunidad solo fomenta que continúen estos delitos”, añade.

Barrios reitera que muchos taxistas no están individualizados y tampoco se conocen las condiciones del vehículo que conducen porque no hay una regulación más estricta.

Prefieren la noche

David Boteo, subdirector general de Operaciones de la PNC, explica que no se trata de estructuras de violadores, sino casos aislados de “violadores seriales que salen de cacería de noche y el taxi es el medio más fácil para ubicar a sus víctimas”.

Aunque no tiene una cifra de los sucesos documentados, Boteo asegura que se investigan “casos nuevos y viejos”, e insiste en que debe existir un mecanismo forense para obtener una muestra de sangre o saliva de los detenidos, para esclarecer la mayoría de estos crímenes.

“Hay muchos violadores seriales que quedan en la impunidad porque no se tienen esos registros”, puntualiza.

Boteo añade que no tuvieron más reportes de abuso sexual en San Juan Sacatepéquez, pero las denuncias provienen ahora de Villa Nueva y San Pedro Ayampuc, en diferentes horarios.

“Estos hechos ocurren más durante el fin de semana, porque muchas mujeres salen a discotecas y clubes nocturnos, y cuando solicitan los servicios de un taxi quedan expuestas a los delincuentes, principalmente en la madrugada”, señala.

Temor

De San Juan Sacatepéquez son originarias 25 víctimas de taxistas, según abogadas que las han asesorado. Estas mujeres, comprendidas entre los 18 y 30 años, algunas con hijos, han perdido su estilo de vida cotidiana. Unas estudiaban en la universidad o trabajaban en la capital, pero a partir del asalto no volvieron a salir, por temor.

“La causa mayor por la que muchas de ellas no denunciaron es la vergüenza de llevar un proceso y que todos lo sepan”, comentan las abogadas que conocen los casos, pero también prefieren trabajar bajo el anonimato por temor a represalias. Aseguran que los expedientes están estancados.

ESCRITO POR:

José Manuel Patzán

Periodista de Prensa Libre especializado en temas de seguridad, con 18 años de experiencia en periodismo escrito, radial y televisivo. Reconocido con el premio Periodista del Año de Prensa Libre en 2016.