Según el Ministerio Público, el 16 de octubre del 2011, los agentes registraron a la mujer y a un hombre que la acompañaba, supuestamente bajo efectos de licor, cuando salían de un club nocturno en la zona 10.
Después de la inspección, la mujer se subió al autopatrulla y fue llevada a un hotel en la zona 5 por los policías.
En ese momento, la mujer habría perdido el conocimiento, y eso fue aprovechado por los policías, según la acusación aportada por investigadores del MP.
Sin embargo, en el debate la mujer no logró reconocer a los acusados como responsables de haberla ultrajado.
Eso fue una prueba contundente que los juzgadores tomaron en cuenta para emitir una sentencia a favor de los agentes.
En los análisis efectuados por el Instituto Nacional de Ciencias Forenses no se encontraron residuos de semen de los acusados.
También se logró establecer que los agentes viajaban en otro autopatrulla, y no en la que mencionó el fiscal del MP en la acusación.