“La clasificación de ciertos países, incluyendo las democracias, se ve ampliamente afectada este año por una interpretación demasiado amplia y abusiva del concepto de protección de la seguridad nacional”, advierte Lucie Morillon, directora de investigación de RSF.
Las cifras revelan una “ligera degradación global” de la libertad de informar en el mundo, destaca RSF.
La degradación es particularmente importante en países como Guatemala, que cayó vertiginosamente 29 puestos con relación a 2013 debido a “una neta agravación de la situación de seguridad de los periodistas”, con una duplicación de la cantidad de agresiones con relación al año anterior y cuatro asesinatos.
La violencia, los casos de censura directa y los abusos de procedimiento disminuyeron en cambio en Panamá, que subió 25 puestos en la lista de RSF, República Dominicana (+13 puestos), Bolivia (+16) y Ecuador (+25), aunque en este último país “el grado de polarización no deja de ser elevado y a menudo perjudicial para el debate público” .
En Perú y Colombia, “la cobertura del narcotráfico, la corrupción y los conflictos de propiedad de tierras o minería exponen fuertemente a los periodistas a represalias”.
En México, RSF denuncia la acción de organizaciones criminales como Los Zetas “que actúan con la complicidad de autoridades locales –a veces federales– corruptas”.
El informe deplora que los dos gigantes del hemisferio, Estados Unidos y Brasil, “no den el ejemplo”. Con cinco periodistas muertos en 2013, Brasil arrebató a México el siniestro rango de país más mortífero del continente para la profesión.
La fuerte represión policial registrada en 2013 en Brasil afectó además a los actores de la información durante la “primavera brasileña”.
RSF deplora la polarización y el clima de “agresión e invectivas” en Venezuela y la falta de libertad en Cuba, “que no tolera ningún contrapoder independiente”, aunque observa que en la isla se observa la emergencia “de una sociedad civil que cuestiona el modelo” oficial.
Eritrea, Corea del Norte, Turkmenistán y Siria –el país más peligroso del mundo para los reporteros — cierran la lista mundial entre los peores alumnos, donde la libertad de informar es casi inexistente.