Guatemala

México impide paso a posada

Por primera vez en 16 años, autoridades mexicanas rechazaron una solicitud de feligreses de la parroquia de Tuxtla Chico, Chiapas, para que la posada del migrante pudiera llegar a la frontera Talismán y católicos de la zona fronteriza de Guatemala se unieran a esta tradición de confraternidad y paz, situación que obligó a que la actividad se llevara a cabo en el lado guatemalteco, hasta donde llegaron unos 300 mexicanos, quienes eran los anfitriones.

Feligreses mexicanos, en la frontera guatemalteca,  participan en la posada del migrante, que se  lleva a cabo en la frontera Guatemala-México.

Feligreses mexicanos, en la frontera guatemalteca, participan en la posada del migrante, que se lleva a cabo en la frontera Guatemala-México.

“Gestionamos ante nuestras autoridades mexicanas, un mes antes, para que se permitiera, como todos los años, que feligreses católicos guatemaltecos estuvieran en la frontera, en donde a medio puente internacional se les recibe, ya que van en nombre de los centroamericanos a pedir posada, pero nos pidieron una serie de requisitos que creímos imposibles cumplir, entre ellos una lista de quienes formarían el grupo de guatemaltecos, el cual no se puede lograr porque muchos se suman a última hora. Era para decirnos que no autorizaban”, detalló el presbítero César Cañaveral Pérez, coordinador de la Pastoral de Movilidad Humana de la Diócesis de Tapachula, Chiapas.

El sacerdote Cañaveral explicó que la actitud de las autoridades migratorias de su país causan que se vayan perdiendo los logros en cuanto a resguardo de los derechos humanos.

Alberto Solís Cruz, de la Pastoral de Movilidad Humana de la parroquia de Tuxtla Chico, expuso que pasaron al lado guatemalteco y las autoridades migratorias de la frontera mexicana de Talismán les dijeron que al regresar tendrían que presentar su documentación migratoria correspondiente.

“Mejor decidimos regresar y volver a pasar con un grupo de más de 300 mexicanos. Solo así no nos molestaron las autoridades migratorias”, agregó Solís.

“Hago un llamado a la sociedad civil y a los gobiernos de Estados Unidos, México y Centroamérica para que se entienda que los migrantes no son bandidos, no son delincuentes, no son narcotraficantes, no son coyotes, sino personas que han superado los límites de las fronteras solo por un motivo al que llamamos sobreviviencia”, expresó.

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