La disminución de 273 casos representa un 49 por ciento menos.
Alejandra Gordillo de Conamigua señala que los menores viajan con la esperanza de reencontrarse con sus padres, quienes están indocumentados en Estados Unidos, y pagan alrededor de Q45 mil (US$5 mil 710) a un “coyote” para llevarlo con su familia.
Los menores deportados provienen de Quetzaltenango, San Marcos, Quiché, Sololá y Totonicapán.