El Ministerio de Relaciones Exteriores (Minex) da cuenta que en este año han recibido 23 denuncias por la desaparición de guatemaltecos que viajaban rumbo a EE. UU. En 2022 la cifra fue de 83.
La oficina de Comunicación detalló que “en su mayoría, las desapariciones se reportan en territorio mexicano y en la frontera sur de EE. UU.”.
Recientemente, esta institución emitió un comunicado en el que advertía que internarse a EE. UU. de manera irregular por el desierto es más riesgoso en esta época del año porque las temperaturas pueden ser extremas al punto de causar la muerte de migrantes, sobre todo por las olas de calor que han afectado al hemisferio norte este año.
“El Minex hace un llamado a no migrar de manera irregular a México y a EE. UU., pues quienes lo intenten podrían perder la vida debido a los graves riesgos que esto representa”, advirtió la institución.
Añadió que el Servicio Nacional de Meteorología de EE. UU. ha indicado que en este verano “se podrían alcanzar muy altas temperaturas e incluso romper récords históricos”.
Más calor este año
Hugo Castro, miembro de la organización SOS Migrante que tiene su sede en Tijuana, Baja California, México, dijo a Prensa Libre que este verano ha sido más caluroso que el de años anteriores, con temperaturas que alcanzan los 47 grados centígrados en las ciudades. Aunque la sensación en el desierto es mayor.
“Están haciendo más días de calor extremo y esto es más riesgoso para los migrantes, sobre todo porque muchos de ellos vienen de lugares donde no hace mucho calor”, expuso el activista.
“En estas regiones, normalmente en este tiempo la temperatura sube, pero no al nivel que ha estado registrándose en los últimos días. En Mexicali —Baja California, México— ha habido más muertes por calor”, explicó.
El grupo que Castro dirige se dedica a colocar agua, alimentos no perecederos y medicinas en algunas regiones del desierto, en California y Arizona. También dan ayuda a los albergues para migrantes que están del lado mexicano.
Otros grupos de rescate como Águilas del Desierto han advertido que la travesía de cruzar el desierto puede tardar de 10 a 12 días, y que la capacidad de llevar agua de una persona que se interna a EE. UU. es insuficiente y se les agota en los primeros días de caminata.
La oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. (CBP, en inglés) dijo que en las últimas semanas han localizado a muchos migrantes exhaustos y deshidratados en el desierto.
La cadena de noticias Fox News precisó que, según las autoridades, los migrantes regularmente son abandonados por los coyotes.
Para evitar la muerte o el riesgo de lesiones permanentes por deshidratación severa, una persona que camina por el desierto de Arizona en el calor del verano debe consumir no menos de dos galones de agua por día, precisa la CBP.
Un galón de agua pesa más de ocho libras, por lo tanto, “es físicamente imposible para la persona llevar suficiente agua para evitar una deshidratación potencialmente mortal en el transcurso de varios días en el desierto”, ha resaltado.
Muertos
El programa de Migrantes Desaparecidos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) da cuenta de que en los últimos cinco años —del 2019 a lo que va de 2023—, en el cruce entre México y EE. UU. se contabilizaron mil 982 muertes o desapariciones de migrantes.
Entre estos datos se cuenta el deceso de 609 personas por “condiciones ambientales adversas, falta de vivienda adecuada, de comida, o de agua”. Las estadísticas muestran que diciembre, y el periodo entre junio y agosto suelen ser los más mortíferos.
Solo en la primera semana de julio, 10 personas murieron en el desierto debido al calor y a las condiciones peligrosas, informó Jason Owens, uno de los jefes de la CBP, además se rescataron a otras 45.
La Voz de América reportó que solo en el sector de El Paso, Texas, las autoridades han rescatado a 167 personas y han localizado a 29 fallecidos.
“El verano está aquí y los días más calurosos aún están sobre nosotros. No pongas tu vida en manos de un contrabandista”, publicó Owens en su cuenta de Twitter.
Los grupos humanitarios tienen programado en los próximos días más visitas a zonas desérticas para rescatar sobrevivientes o colocar agua y otros insumos para auxiliarlos porque, como dice Castro, “la migración no baja, aunque estén las temperaturas extremas, esto no para”.