“Esta caravana es un instrumento para demostrar que queremos construir la paz activamente, no desde la barrera”, dijo Alejandro Solalinde, sacerdote y activista por los derechos de los migrantes, en una conferencia de prensa junto al poeta Javier Sicilia y otros líderes de la movilización.
La caravana debe llegar el 14 de septiembre a la ciudad guatemalteca de Tecún Umán, donde se reunirá con organizaciones sociales de Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua. Al regreso de Guatemala continuará el recorrido por regiones de la costa este mexicana.
“Vamos a exponer la preocupación por la violencia, que es una preocupación común”, dijo. Se espera también que se una un grupo que viajaría en avión proveniente de Colombia.
La caravana recorrerá en México algunas de las zonas del sur más afectadas por la violencia atribuida a la lucha contra el narcotráfico.
La movilización, que complementa otra realizada en la frontera norte con Estados Unidos en junio, reiterará el pedido de las organizaciones sociales para que el gobierno cambie la estrategia de choque con los carteles, aclare miles de crímenes y repare a las víctimas.
Los organizadores explicaron que se busca también visibilizar otras manifestaciones de la violencia que afecta a México y los países centroamericanos como la que sufren los migrantes, las comunidades indígenas y las mujeres explotadas sexualmente.
Antes de pasar a territorio guatemalteco, la caravana pasara por el balneario de Acapulco (Pacífico) y los territorios indígenas de los estados de Oaxaca (sur) y Chiapas (sureste), donde actúa la guerrilla del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).